Las calles de Gijón comienzan a estar decoradas por los arcos de luces navideñas. Queda casi mes y medio para la llegada de las fiestas, pero la ciudad quiere tirar para adelante y animar a un comercio que aguanta como puede los embates de las grandes superficies, internet y crisis diversas. En éstos tan señalados días los transportistas desvelan que prefieren un acceso por autovía a la Zalia que dos por carretera. Acabáramos, donde esté una autovía que se quite la carretera. La sorpresa reside en que hayan tardado tanto en darse cuenta de las ventajas del doble carril frente a dos carriles de doble dirección. Los camioneros asturianos han estado más despistados en la cuestión de los accesos al vacío espacio industrial que en denunciar la pasividad policial que costó un día de trabajo a trescientos vehículos atrapados en las carreteras de Cataluña. En Madrid les dieron largas. A ver qué les dan en los accesos.
