Llega a Asturias el ministro Nadal con las dos manos ocupadas. En una trae el palo y en la otra la zanahoria. El palo es para la regasificadora, para la que no hay demanda ni a corto ni a medio plazo, con lo que la magna instalación de El Musel, que se nos presentaba como un río de oro, va a seguir durmiendo el sueño de los justos. La zanahoria del Ministro es la defensa de la térmica de Lada y la petición a Iberdrola que busque comprador para ella en lugar de cerrarla porque en activo, viene a decir, ayuda a que baje la factura de la luz. Dos instalaciones, dos tratamientos contrarios. No a la apertura de una, no al cierre de otra. ¿Dónde quedan, pues, los cantos que se nos hicieron con el futuro esplendoroso de la regasificadora? Quedan "pa prau", en sentencia muy gijonesa. No hay peor futuro que una cosa o una persona queden "pa prau", que es como ha quedado la regasificadora sin futuro de El Musel.
