Cuelgan en la sala de la Fundación Alvargonzález quince obras recientes (entre 2011 y 2017) de Gregor Danelian (Tbilisi, 1950), pintor georgiano de origen armenio, formado en su ciudad natal y en Erevan, capital de Armenia, bajo el Monte Ararat, donde según la Biblia se posó el arca de Noé. De las 15 pinturas, 5 van al óleo sobre lienzo, 2 al óleo sobre tabla y otras a la acuarela, la sanguina, gouache o lápices de colores. Hay obras de carácter religioso católico, como un Crucificado, El beso de Judas, Apocalipsis y La Virgen con el Niño. Y otras relativas a sus convicciones personales o a problemas de hoy, como "Los inmigrantes". El título general, "El jardín de los corazones" alude a la diversidad de corazones unidos por la vibración del amor.
Es la primera vez que Gregor Danelian expone en España. Pero ha expuesto en varios países europeos, además de Rusia, Noruega, USA y Canadá. Su obra se encuentra en museos y colecciones privadas de todos ellos.
Veamos la declaración de espiritualidad del pintor: "Durante el curso de más de cuarenta años de actividad creadora, mi máxima se ha basado no sólo en la búsqueda de lo artístico sino también en la creación de una obra de arte de elevada espiritualidad. Todo el universo, nuestro macro y micro cosmos, nuestra vida, están compuestos de una vibración de la más elevada naturaleza. Los místicos consideran que esta vibración energética es la energía divina o el amor divino. Mi meta es materializar, transmitir con mi obra este espíritu a través de la luz interior del cuadro. Así la materialización de la luz divina entra en contacto con el espectador, induciéndole a un estadio de consciencia superior. Mis ejemplos a seguir han sido las obras de grandes pintores como Tiziano, El Greco, Rembrandt y Velázquez, quienes emplearon esta energía suprema de la luz divina para crear sus obras inmortales".
Son tres las obras escogidas para comentar. En "Amor universal", vemos una mujer de rostro alargado y ojos casi en blanco, rodeada de flores, que sostiene entre sus manos de dedos alargados una copa, en la que caen uvas y granadas. Todo ello bajo un cielo estrellado. Amor al universo, a la naturaleza, que también revela la fuerza del amor divino. "Sufí" muestra un derviche musulmán dedicado a la mística: rostro alargado, manos alargadas, compuesto como el anterior en diagonal, girando sobre su manto bajo un cielo estrellado a la manera de Van Gogh. Y el retrato de alguien muy conocido en Gijón y toda Asturias, como José Antonio García Santaclara (Peñerudes, 1943), cura párroco de Trasona, que sigue dedicando su vida a los más desfavorecidos, sean presos, sidosos, enfermos mentales o niños. Se conocieron en el verano de 2016 a través de un amigo común, Tigrán Danelian, comisario de esta exposición, y aquella tarde charlaron durante cinco horas. El pintor Gregor Danelian le ha puesto a Santaclara mirada penetrante y rostro alargado de místico, que llega a Dios por el camino del Evangelio.
Por su parte, la Fundación Alvargonzález ha presentado a principios de este mes, en el salón de actos del Ayuntamiento y por boca de su director, Ramón María Alvargonzález, un libro titulado "XXV años de mecenazgo cultural", que en cifras son 500 becas para estudiantes, 260 exposiciones y 60 libros editados. Además de celebrar talleres de fotografía y arte en "La casa del Chino", sede de la Asociación de Vecinos de Cimadevilla ("Gigia") y conceder premios a alumnos brillantes de la Escuela Naval de Marín, la Escuela de Marina Civil de Gijón, la Escuela de Submarinos de Cartagena, o a los mejores expedientes fin de carrera de Geografía en la Universidad de Oviedo y en la UNED.
