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San Juan de la Cruz, poeta de la Navidad

Unos versos del místico que sirven para iluminar el aspecto religioso de las celebraciones que se avecinan

La conmemoración de San Juan de la Cruz (14 de diciembre) es un buen motivo para acercarse a la esencia de la Navidad de la forma más plena y auténtica. Nada mejor que estos elementales versos del autor de "Cántico espiritual", de quien dijo la Madre Teresa, que de eso sabía mucho: "Fray Juan de la Cruz es un hombre celestial" . Y el inmenso Marcelino Menéndez Pelayo: "la poesía de san Juan de la Cruz es angelical".

Como se podrá dar cuenta el lector avezado, se trata de un romance cristológico de gran profundidad teológica, fundamentado en la figura retórica del simbolismo nupcial, por el que compara el asumir la naturaleza por parte del Verbo (Encarnación), con el desposorio humano.

"Ya que era llegado el tiempo / en que de nacer había / así como desposado / de su tálamo salía / abrazado con su esposa / que en sus brazos la traía / al cual la graciosa madre / en un pesebre ponía / entre unos animales / que a la sazón allí había / los hombres decían cantares / los ángeles melodía / festejando el desposorio / que entre tales dos había / pero Dios en el pesebre / allí lloraba y gemía / que eran joyas que la esposa / al desposorio traía / y la madre estaba en pasmo / de que tal trueque veía / el llanto del hombre en Dios / y en el hombre la alegría / lo cual del uno y del otro / tan ajeno ser solía".

La Navidad es así, no un fraude laicista envuelto en sucedáneos que se agotan en sí mismos porque nada son y nada significan. Por eso, otro genio de la poesía, el gran Rubén Darío, escribía en su magno poema "Yo soy aquel": "La virtud está en ser tranquilo y fuerte / con el fuego interior todo se abrasa / se triunfa del rencor y de la muerte / y hacia Belén?.¡la caravana pasa".

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