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Alejandro Ortea

Varadero de Fomento

Alejandro Ortea

Con toros y desbarajuste

El alarmante aumento de la degradación de la vida política municipal

Están empeñados varios de los grupos municipales de nuestra populosa villa marinera, probablemente por temor a perder votos, a seguir despejando el camino a los cruentos espectáculos taurinos. Ganado vacuno se sacrifica en todo el mundo todos los días, de dónde si no los medallones de rico solomillo o las hamburguesas, pero de lo que se habla en el plenario municipal es de un espectáculo deplorable que se da en llamar fiesta y hasta nacional. Pero unas formaciones políticas por temor y otras por convencimiento sangriento no terminan por finiquitar lo que es un baldón de la actual civilización del siglo XXI. Ya no es tiempo de toros: es una actividad a extinguir y, por lo menos, podríamos en nuestro pueblo ir un poco por delante; pero se conoce que los tiempos que por aquí nos toca vivir son de retroceso.

Esas obras paradas, inconclusas fuera ya de toda previsión son el toreo de salón al que los casquistas de la localidad nos tienen sometidos. Se abre una calle, pongamos una al azar, la del Marqués de San Esteban, por ejemplo y no sabemos cuándo terminarán las operaciones de cirugía urbana, también desconocemos el coste final, así como el resultado práctico y estético. Los de Foro, quizás porque son pocos y no dan abasto para tanto asunto que pretenden controlar, han logrado que el ayuntamiento convierta en trágico un desbarajuste que, en manos de los "Hermanos Marx" resultaría comedia desopilante, pero como estamos hablando de asuntos públicos que afectan a la vida de la ciudadanía hemos de ponernos muy serios, y hasta cariacontecidos, para lamentar nuestra perra suerte por los gestores públicos que se nos han venido encima. Vivimos en una pesadilla constante en la que hasta el concejal del circo local se permite ponerse chulito, como hizo el otro día en el Pleno, al permitirse reprochar que se lleve el tema taurino una y otra vez ante tal órgano municipal de gobierno. Es decir, no sólo pocos e incapaces, sino políticamente faltones con su punto de carencia democrática.

Ver una reunión plenaria municipal es un dolor. Los de Podemos con corriente, sí, los mismitos que pusieron ahí a mandar a los de Cascos, por aquello de que avanza el mandato y se acercan las elecciones, parecen arrepentirse y aprovechan la más mínima ocasión que se presenta para marcar las diferencia, porque ellos, es un decir, pretenden ser la esencia de la izquierda, cuando no son más que un grupo de personajes con variados intereses y un afán por causar agitación en el buen orden social, las más de las veces sin reparar en las consecuencias de sus acciones. La reprobación de Eva Illán Méndez, la concejala de Bienestar Social, es una muestra de todo ello. El portavoz socialista se preguntó en voz alta por la razón de esta reprobación y no por la de cualquier otro edil de los que están montando este tiberio consistorial. En definitiva, unos por incapacidad, como los del Foro, y otros por vulgar malicia política, como los podemitas, nos tienen lamentablemente sumidos en las más negras de las tinieblas administrativas locales.

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