La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica de arte

Jesús Gallego en el Ateneo Jovellanos

Un retratista de vivencias y costumbres con marcada seña del uso del color

El viernes 22 de diciembre del pasado año 2017 se celebró en la actual sede del Ateneo Jovellanos la presentación de 30 obras de Jesús Miguel Gallego González (Gijón, parroquia de Jove, 1947). Hace 17 años que no expone en Gijón. En la mesa Isabel Moro, que preside el Ateneo, el pintor Jesús Gallego y el vicepresidente del Ateneo, Luis Rubio Bardón, que fue el encargado de presentar al artista, sustituyendo a Fernando Álvarez Balbuena, que aquella misma mañana excusó su presencia por estar afectado de gran catarro. El propio pintor, Jesús Gallego no tenía la voz muy clara. Digamos que el avilesino Fernando Álvarez Balbuena fue nombrado en noviembre pasado miembro de la Real Academia de Doctores de España, institución en la que ingresará el próximo mes de febrero. Detrás de la mesa presidencial estaban colgadoslos tres cuadros del "Tríptico de Gijón" (2015) relativos a la industria, la mar y el campo.

Traslado alguna de las ideas expresadas por Luis Rubio Bardón. A los siete años Jesús Gallego visitó el Museo del Prado llevado por su padre y quedó extasiado ante Las Meninas. Los Reyes Magos le traían colores, acuarelas y láminas de dibujo. En el IES Jovellanos fue alumno de Luis Pardo. Quería ir a estudiar Bellas Artes en San Fernando de Madrid, pero su madre intervino diciendo "que hiciera algo de provecho". Obedeció matriculándose en la Escuela de Comercio y al regreso del servicio militar trabajó en varios bancos durante cuarenta años. Pero en su tiempo libre, tardes, noches, fines de semana y vacaciones, se dedicó a su verdadera vocación de pintor, acudiendo con frecuencia a las tertulias del "Rincón del Arte" donde trató a los maestros gijoneses de entonces (Piñole, Marola, Paulino Vicente, Orlando Pelayo, Mariano Moré) y a las entonces jóvenes promesas Kiker, Díaz de Orosia, Pablo Basterrechea, Valentín del Fresno, etc.

Jesús Gallego expuso por primera vez en Mieres, año 1971. Fue de viaje de novios a París en 1972 y ficha en Gijón por la Galería Tioda. En 1985 expuso en el Salón de Otoño parisino, de la mano de su vicepresidente entonces, Pierre Ramel. En 1991 entra a formar parte del Patrimonio Artístico Francés y en 1993 su obra se proyecta internacionalmente en varios países del mundo. En 2011 Jesús Gallego publicó "Bonjour París", libro de autor con apuntes de la ciudad e historias o anécdotas vividas. Tras el éxito de este libro, que está en la Biblioteca Nacional de Francia, publicó otro sobre Madrid.

Dijo Jesús Gallego en su intervención que no ha hecho nunca pintura abstracta porque no es esa su línea, siendo su camino contar una historia con su propio lenguaje pictórico. Un lenguaje que continúa la tradición de los mejores maestros asturianos, como Valle, Piñole o Mariano Moré, retratando con certera precisión las vivencias y costumbres del pasado de esta ciudad. Una de las características de su pintura es la combinación de azules y ocres.

Entre las treinta obras del Ateneo, las hay antiguas y recientes, relativas a Gijón y a París, Venecia o Mallorca. Otras obras de Jesús Gallego pueden verse en el Sanatorio Marítimo ("Glorificación de San Juan de Dios") o en la Iglesia Mayor de San Pedro, como los fondos del retablo dedicado al Cristo de Francisco Glez. Macías, los retratos de los párrocos (el de don Javier Gómez Cuesta está previsto en breve) o la litografía de la fachada de la Iglesia que don Javier regala con un precioso texto de su mano a los recién casados, de la que se hicieron hace unos cuatro años mil ejemplares.

Luis Rubio Bardón acabó su discurso recitando el soneto "Apunte del natural para Gallego", escrito por Patricio Adúriz, que fue Cronista Oficial de la Villa.

Compartir el artículo

stats