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Llegamos al 2018

Buen momento para recordar a Visita, una gran guisandera

En este mi primer articulín del añu (comienzo mi decimoctavo en LA NUEVA ESPAÑA, merced al maestro Juán Ramón P. Las Clotas), tan solo les quiero desear salud, pues me imagino que de "feliz año nuevo" estarán más allá del límite de sus sufridas pudendas partes. Bien, parece ser que lo del tren, por fin, está consolidado (a mi amigo Fernando Couto, pongo por testigo) y bueno, vamos a pedir que, a partir de ahí, en esta capital marítima y canina, la estacion de autobuses, un museo como esta ciudad pide a gritos y unas prestaciones sociales, acorde con las necesidades, sean una realidad. Así las cosas, quiero recordar a una ilustre guisandera que ofició, sin estrellas Michelín, en santuarios como El Retiro, Juan del Man, Casa Arguelles o Calixto. Visita hizo de los fogones que esta ciudad fuese la meca del norte, que ya es decir, con su irrepetible merluza a la cazuela, su sublime pixin alangostado, sus manos de cerdo al estilo de Dña. Angeles, las deliciosas patatas rellenas, los callos auténticos etc. Vaya desde aquí en este modesto billete mi reconocimiento (y ,!ay!, el de tantos, seguro) a esta emblematica, y hermosa, cocinera cum laudem, que fue la mujer del querido hostelero Calixto. Palabras mayores.

Que la suerte nos acompañe en este devenir del 2018.

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