Entre los temas candentes para este 2018 que se ha iniciado tenemos a corto plazo la consolidación de la recuperación económica y del empleo, la lucha contra la corrupción, y la superación de los desafíos separatistas. Y a medio plazo la culminación de las infraestructuras -en el caso de Asturias, sobre todo las ferroviarias- y la sostenibilidad de las pensiones, la mayor parte pues en relación con el crecimiento económico eficiente y sostenible, y el empleo productivo capaz de mejorar la financiación de las políticas sociales. Así el desarrollo de la sociedad del bienestar no es cuestión de voluntad cuanto de capacidad. España se recupera no gracias a las CUP, los antisistema y los populistas, sino a pesar de ellos, de quienes quieren boicotear a los empresarios, a los comerciantes, al turismo? En Europa también estamos viendo, a medida que la situación general mejora, el retroceso de los populistas, ya sean de derechas como en Francia, o ya sean de izquierdas como en Italia, donde votarán este próximo marzo.
El mejor dato económico nacional de este reciente 2017 puede estar en el turismo. A falta de conocerse las cifras oficiales definitivas podría haberse superado la barrera de los 80 millones de visitantes. España ya es la tercera potencia turística mundial, solo por detrás de los EE.UU. y Francia. El lado más positivo es que este sector pujante ya supera el 10% del valor del PIB y del empleo nacional. El lado menos positivo que en parte suele tratarse de empleo estacional, con grandes alzas entre abril y octubre, pero con menguas entre noviembre y marzo. Y tiene mucha potencialidad para crecer. Un ejemplo son los precios desorbitados de los vuelos, para un mismo itinerario pueden valer 100 o 300 según viajes un día de la semana u otro. Cuando se den cuenta que abaratando los precios tendrán más beneficios, aumentando los vuelos, el círculo virtuoso puede ampliarse. Ahí seguimos esperando por la Autopista del Mar o los vuelos a Fráncfort. En relación clara está el tema de las infraestructuras de transportes.
El ministro santanderino de Fomento cada dos por tres viene a Asturias a anunciar inversiones de más y más millones, en esta última ocasión el soterramiento de las vías en el entorno del Niemeyer en Avilés, y en el caso de Gijón desde el barrio de La Calzada hasta la proyectada estación intermodal en el entorno del Museo del Ferrocarril. Bienvenidas sean las inversiones importantes, y por supuesto lo elogiaremos si se cumplen pronto. Después de las promesas de los de Zapatero, que si ganaban las elecciones en 2004 antes de 2008 suprimían el peaje del Huerna, y que los túneles de la variante ferroviaria de Pajares para el AVE se inaugurarían en 2011, hay que ser cautelosos con esas promesas de suculentas inversiones para esto y para lo otro. El mejor gobernante para los ingenuos es quien les dice siempre lo que quieren oír. El gobernante riguroso es quien se informa y decide cuáles son las prioridades necesarias. Lo que hace falta ver es qué partidas se concretan en los presupuestos de 2018 y 2019.
