La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Año de nieves, año de bienes

Una llamada al optimismo y a la esperanza en el comienzo de este 2108

Después de tanto penar por las borrascas que nos caen encima unas detrás de otras sin darnos parada, nos damos cuenta que año de nieves es año de bienes, o sea que nos esperan muchos bienes al final del camino. Yo no es que me fíe mucho, entre otras cosas soy mujer de poca fe, pero quiero pensar que va a ser verdad.

Y qué es lo que podemos esperar, ¿dinero? No, en absoluto: está demostrado que el dinero no da la felicidad. Una pensión más apañadadita no estaría mal. Me dirán, "oye que ya tienes bastante suerte teniendo una pensión", pero yo no lo veo así. Tener una pensión por la que has pagado toda la vida, yo terminé mi carrera universitaria a los 21 años y empecé a trabajar inmediatamente, y con la que te engañaron porque te decían que ibas a cobrar el oro y el moro y no cobras ni lo uno ni lo otro. Cuando te dice el Ministro del ramo muy contento que te van a pagar 0,25 más, te ríes por no llorar. Ya sé que encima las pensiones siempre están en entredicho, se nos amenaza continuamente con que el Gobierno no va a poder pagar las pensiones porque ya se ha gastado el dinero destinado a ese tema pero que des las gracias por estar cobrando pues los que están trabajando no van a poder disfrutarlas en su vejez.

Si se repartiera el dinero de forma más equitativa habría para todos. En este punto la injusticia reina de tal manera que nos produce una rabia y una angustia desbordadas. Ejecutivos que ganan tanto dinero que ya no saben qué hacer con él, acaban consumiendo estupefacientes y no son felices. Los sueldos de los futbolistas no son equitativos, Se les trata mejor que a reyes, salen todos los días en los telediarios, sin saber hablar, críos medio analfabetos que sientan cátedra y aburren a las piedras. Los sueldos de los cantantes y de los pertenecientes al mundo de la farándula, que si empiezan jóvenes acaban alcoholizados o drogados, porque sus familias en vez de atenderlos se pelean por sus bienes. Estarían mejor si tuvieran sueldos dignos, elevados pero dignos. Y no digamos de los políticos que como no les parecen sus sueldos suficientes si se comparan con los del mundo de la farándula, se meten en toda clase de estafas.

Les debería dar vergüenza cobrar esas millonadas mientras ven a esas cantidades de personas huyendo de sus países, viviendo en horribles campos de refugiados, siendo asesinados, torturadosen las guerras y violadas sus mujeres e hijas.

Pero este año va a ser mejor. Si lo repetimos lo suficiente, a lo mejor sucede. Vamos a ser optimistas, a reírnos mucho, no hay nada mejor que la risa. Mi familia es bastante risueña, yo me acuerdo cuando se reunían mi madre y sus hermanas y empezaban a reírse por cualquier cosa y acababan llorando de risa. A mí me contagiaban y al final todas con las lágrimas corriendo por la cara. Lo echo de menos.

¿Qué tal si empezamos a apreciar a quien hace las cosas bien y nos olvidamos de que es de este partido o de aquel otro? Por ejemplo, nuestra Alcaldesa, Carmen Moriyón es una de las mejores políticas que han pasado por aquí. ¿Es perfecta? No, nadie lo es y además cuando tiene que intentar tener a los concejales contentos porque los necesita para sacar adelante sus proyectos, muchas veces tiene que ceder demasiado y eso debe de costarle mucho y a nosotros ciudadanos gijoneses más. Un hurra por ella.

Tengo esperanza de que este año vea una mejora de la enseñanza, que se digan las cosas por su nombre sin demagogias estériles. Los alumnos están en los centros escolares para estudiar, aprender y mientras no se diga lo contrario, sus profesores saben más que ellos y sus padres, así que dejémosles trabajar en paz. No les carguemos de horas y de papeleos, necesitan tiempo para dedicarse a sus estudiantes, para hablar con ellos, conocerlos y ayudarles.

Esperemos que esta gripe que nos invade desaparezca, creo que en Asturias ha sido especialmente virulenta. Los hospitales colapsados, las clínicas hasta arriba y los lugares de entretenimiento medio vacíos pues los parroquianos estaban en la cama. Alguno de los mercadillos navideños con la mitad de afluencia a causa de la epidemia. Pero alegrémonos porque se acaba y todos podremos salir a respirar el aire marinero y el aire limpio y puro de nuestras montañas. Porque para algo vivimos en un paraíso natural.

¡Qué alegría! se me ha quitado un peso de encima: vamos a mejorar en el año 2018 porque lo vamos a hacer mejor y nos lo mereceremos.

Compartir el artículo

stats