Manos Unidas ha lanzado al mundo una noticia que no nos puede dejar indiferentes. El año pasado el número de personas hambrientas aumentó hasta los 815 millones; casi 40 millones más que las cifras de 2016. Las razones en buena parte se deben a los conflictos violentos que destruyen los recursos de los más pobres. Y esta vulneración del derecho a la alimentación es algo insoportable contra el que tenemos que luchar en la medida de nuestras posibilidades.
Y Manos Unidas nos ofrece su ayuda para que podamos canalizar nuestras colaboraciones. No importa que no sean grandes cifras, cada uno da lo que puede, pero no olvidemos que grano a grano se hace granero. El hambre no es una fatalidad, sino una consecuencia de los malos comportamientos humanos; avaricia, indiferencia, explotación, violencia? Y nosotros, los que comemos tres veces al día, tenemos la obligación de facilitar un justo reparto de alimentos para aquellos que no saben si hoy podrán llevarse a la boca tan solo un trozo de pan.
La nueva campaña de Manos Unidas dice "Comparte lo que importa". ¿Y qué es lo que Importa? Lo ha resumido muy bien el Papa Francisco: "Estamos llamados a proponer un cambio en los estilos de vida, en el uso de los recursos, en los criterios de producción y el consumo". Mientras van a la basura ingentes cantidades de alimentos en el llamado primer mundo, otras personas, iguales a nosotros y con los mismos derechos, ven morir a sus hijos a consecuencia del hambre. Esto no es una leyenda ni un cuento macabro, es una absoluta realidad que se vive a tan solo unas horas de avión.
Manos Unidas nos ofrece la posibilidad de descargar nuestras conciencias del acomodo, de la indiferencia, de ese "Otros lo harán". Y Manos Unidas es una entidad limpia, trasparente, eficaz y española. Contribuyamos a su trabajo solidario. Si todos aportamos muestro granito de arena veríamos florecer un mundo donde todos los niños comerían, como nosotros, tres veces al día. Seis euros al mes? Se van en un suspiro. Pero que no caigan en tierra estéril, sino en terreno fértil donde producirán ciento por uno. ¡Hala, a apuntarse!
