Comenzamos la semana con la resaca con un hito histórico, uno más, del deporte femenino gijonés. El pasado domingo las jugadoras del Club Balonmano Mavi Nuevas Tecnologías de La Calzada vencían al Bera Bera y conquistaban la Copa de la Reina evidenciando que los triunfos del deporte gijonés tienen nombre de mujer.
Casualidades de la vida, la consecución de este título se produjo tres días antes de que se aprobara la concesión de la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Gijón a otro referente del deporte femenino en la ciudad, el Hostelcur Gijón, un club que posee el mejor palmarés deportivo a nivel de deportes de equipo en el Principado de Asturias.
No obstante, cuando el Grupo Municipal Socialista realizamos esta propuesta, no lo hicimos pensando únicamente en el palmarés deportivo. Ni mucho menos. Valoramos la importancia que tiene visibilizar en los medios de comunicación hazañas deportivas protagonizadas por mujeres, el valor añadido que supone hacerlo con un intenso trabajo de base y el compromiso con un barrio obrero como el de La Calzada.
Con la concesión de este honor al Hostelcur, nuestro grupo quería continuar con la senda marcada años atrás con las propuestas realizadas por el PSOE en 2012 y 2013, años en los que Geles García y el Club Deportivo Gijón Balonmano recibieron la Medalla de Plata del Ayuntamiento de Gijón. Hablar de Geles García es hablar de una de las pioneras del deporte femenino en la ciudad, pero es hablar de educación a través del deporte y de compromiso social con mayúsculas. Quien llegara a la selección absoluta de voleibol en 1979 y fuera la única mujer participante la I Maratón Ciudad de Oviedo en 1981 continúa su infatigable labor en el Club Voleibol La Calzada (otra vez La Calzada), un club que trabaja como pocos la cantera con un unos números que no son habituales en un deporte minoritario.
Hasta 1985 hay que remontarse para encontrar el nacimiento del Club Deportivo Gijón Balonmano, cuyo equipo sénior estuvo 6 años consecutivos en la élite del balonmano nacional y que como ocurre en los casos anteriores realiza un intenso trabajo de base. Cosas muy parecidas podemos decir del Basket Mar, que recientemente ha asegurado la permanencia en la Liga Femenina 2, o del Gijón Fútbol Femenino, una muestra de que el deporte rey cuando es practicado por mujeres carece de visibilidad.
Sirva este artículo para reconocer la labor de todos estos clubes y la de muchos otros que me quedan en el tintero. Sirva para reconocer la dedicación de niñas y mujeres que acumulan muchas horas de autobús en desplazamientos, muchos entrenamientos en condiciones precarias y mucho tesón para compatibilizar la práctica del deporte con estudios, trabajos y otras tareas. Sirva para reconocer a muchas familias que acompañan a sus chicas fin de semana tras fin de semana a donde haga falta para que noten el aliento negado en la sociedad. Sirva, en definitiva, para reconocer el compromiso y la lucha de unas heroínas que poco a poco están consiguiendo cambiar este mundo.
