Vivimos en una sociedad que sigue pensando que las muñecas son sólo para las niñas y donde el machismo, por desgracia, sigue matando. Aún me sorprende ver como hay colegios donde se empeñan en separar a niños y niñas y alegan, y a saber en qué se basan, que la forma de aprender de mujeres y hombres es diferente. Así nos luce el pelo. En realidad yo entendí hace muchos años y gracias a mi primo que el machismo no tiene razón de ser y que hay que enseñar esto desde pequeños. La recua de primos pasábamos horas jugando y él no era de coches, pasaba las horas abrazado a su muñeca Pepona y a sus rizos de lana naranja, pero sufría los ataques de muchos que le llamaban "nenaza". Sin saberlo, él nos enseñó a todos que el machismo es ridículo y es que "si jugaba con muñecas desde que era un guaje, es que ya me gustaban las mujeres" Pues eso. Desde la cuna se aprende.
