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Celebrar el Día de la Biblioteca

La necesidad de conmemorar la efeméride

Hay pocos días en el año en los cuales no se celebre algo. Y no digo yo que no esté bien. Con ellos queremos resaltar y dar a conocer, lo más ampliamente posible, una deficiencia, una institución, un deseo... Pues el 24 de octubre se celebra el Día de la Biblioteca.

Puede parecer un día más, y lo es. Puede que esta conmemoración sea intrascendente, y para algunos lo será. Puede, incluso, que haya quién piense que es una pérdida de tiempo total y absoluta. Puede.

Su presencia en los pueblos y ciudades es una constante y por ello, tal vez, no se aprecie que pueden languidecer, e incluso desaparecer, casi sin que nos demos cuenta. Las bibliotecas públicas son un servicio básico en una democracia.

El acceso a ellas, libre y directo, las dota de unas características de las que carecen el resto de los servicios públicos. Los ciudadanos tienen a su alcance un bien básico: el conocimiento, la cultura.

Ya sé que esto mismo puede decirse de internet, y es cierto. Bueno, casi. Internet no tiene a nadie que procese y seleccione, con criterios solventes, los miles de millones de datos e informaciones que contiene, las bibliotecas sí: a las bibliotecarias y bibliotecarios.

Yo no quiero ni grandes ni pequeños fastos. Nada de eso. Me gustaría que los ciudadanos se acercasen a una biblioteca pública en estos días. Visítenlas. Dense una vuelta por ellas.

Observen las estanterías y tal vez sientan un flechazo con un libro. Si es así, tal vez, tengan un encuentro apasionado que les haga repetir. Las bibliotecas públicas son los gimnasios de las mentes. Todos los padres desean que sus hijos estén preparados para la vida y que tengan unos cuerpos sanos y fuertes. Pues bien, para entrenar nuestro cerebro, de forma correcta, tenemos que acudir a los libros.

Las lecturas nos harán seres reflexivos y con capacidad de criterio a la par que nos suministran conocimientos. ¿Les parece poco?

Nuestras bibliotecas públicas nos ofrecen esto y mucho más. Talleres de lectura o escritura, cuentacuentos, charlas de todo tipo y un largo etcétera. Y siempre es ese servicio integral de información al ciudadano. ¿Alguien da más?

Miren, no les voy a hablar de horarios del personal de bibliotecas, mucho menos de salarios. Ni siquiera me pararé a recordar que Asturias sigue sin ley de bibliotecas y sin convenios actualizados con los ayuntamientos. Tampoco lloraré por los recortes económicos que sufren. No, no lo voy hacer.

Hoy quiero recordarles que las bibliotecas públicas son el servicio público más democrático que hay en nuestra sociedad y que están al servicio de todos los ciudadanos.

El 24 de octubre se celebra el Día de la Biblioteca, en las bibliotecas públicas celebramos cada día el servicio que presta a la sociedad.

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