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Ni pajes ni pajas

Piensan los madrileños y los valencianos que son unos revolucionarios por poner a mujeres en las cabalgatas de Reyes y dejar a los camellos y a los caballos de lado. ¡Bendita ignorancia la de la gran ciudad! Sabrán ustedes que en el occidente de Asturias hace mucho que hay reyes y reinas, porque a veces el descenso poblacional obliga a ponerse barba para convertirse en Gaspar o en Papa Noel. Hasta yo lo fui una vez en la cabalgata de Villacondide. Hace mucho también que los Reyes vienen en tractores, y no por eso nos restan la ilusión. Lo ridículo es los que piensan que así se lucha contra la discriminación de la mujer, sólo me faltaba que el próximo año haya también pajes y pajas. Porque entonces yo me pido paje, que paso de que me toquen la moral toda las vacaciones en el pueblo. Y mucho cuidado con tocarnos el portalín de piedra, que ese es nuestro de toda la vida, y punto. No sé si tienen menos que hacer los que nos cambian las cabalgatas o los que no te perdonan que Gaspar no lleve traje de marca.

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