El lunes pasado fue el lunes más triste del año. Dice un investigador británico que es el día que nos damos cuenta de que no hemos cumplido los propósitos que con tantas buenas intenciones nos marcamos con el año nuevo. Dejar de fumar, hacer dieta, formar gobierno? Cada uno se marca los suyos. Es el día, también, en que asumimos que la cuesta de enero tenía más desnivel del que pensábamos. El tercer lunes de cada año pasa esto. Pero yo pienso que todos los lunes son de bajón en general, salvo que sea festivo. Ahora bien, si las agencias de viajes consideran oportuno sacar ofertas al mercado para que nos vayamos unos días y nos vengamos arriba, entonces yo también me apunto. Yo los lunes con sobrevivir suelo conformarme, el martes queda ahí descolgado como Gaspar, pero el miércoles ya me vengo arriba. Si quieren evitarnos estos días tristes, que nos den libres los lunes. No más "blue mondays".
