La cuestión es, dijo Alicia, si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes. La cuestión es, dijo Humpty Dumpty, quién es el que manda..., eso es todo.
Lewis Carroll
Órdago, estrategia arriesgada, táctica maestra... Sí, vale. Sé que es muy tentador que la agenda de Mariano continúe impoluta, que el ángel Marcelo tenga que acogerse a un ERE y que a Soraya se le amustie el ritmo bailongo y sandunguero. ¿Pero a qué precio? No olvidemos que si han llegado aquí ha sido gracias a la inestimable ayuda de un PSOE siempre dispuesto a echar una manita a los bancos, aprobar una reforma laboral "por exigencias de los mercados" o recortar drásticamente el gasto público. Que en nuestro maltrecho Paraíso Natural se enfanga hasta las cejas con los casos "Marea", "Muselón" o "Villa" explicados con el consabido "yo no sabía nada". ¿Puede el ansiado cambio cargar con tanta caspa? ¡Toma paradoja, Schrödinger!
