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Pescador de Luarca

Alberto Vizcaíno "ad portas"

Reflexiones acerca del proyecto para instalar una planta mejillonera en Luarca y del apoyo que recibe del Principado

Recientemente el director de Pesca, Alberto Vizcaíno, estructuraba una campaña de creación de opinión en distintos medios de comunicación. La oposición de la enorme mayoría de los pescadores de Luarca, junto al veto por unanimidad de la Federación de Cofradías, debiera dejar meridianamente clara nuestra posición sobre la mejillonera.

No obstante, el señor director dice en los medios que somos unos ignorantes, dotados de ceguera medieval, y que la opinión de nuestros representantes esta manipulada.

Aclaro que los pescadores de Valdés defendemos los 30 proyectos empresariales locales estables y los recursos naturales asociados. Por ello, es normal que exijamos que la mejillonera sea ubicada y probada de forma experimental en la playa de Otur o en el emisario de Ence. Zonas improductivas y que no estorben.

Nuestro sector pesquero está formado por un empresariado muy joven y con unos medios de producción dotados de última tecnología electrónica de comunicación y detección, que incluye el desarrollo de patentes tecnológicas locales.

El 95% de la facturación, basada en mas de 30 especies de pescado, marisco y percebe, se consume como productos básicos de alta calidad para gastronomía en Euskadi, Cataluña o Madrid. La facturación sostenida de la flota local rebasa los 3 millones de euros anuales (representa el 20% del precio total de los productos pesqueros en origen) y proporcionan un centenar de puestos de trabajo directos, que hay que multiplicar por 3,5 que es lo que se genera en toda la cadena comercializadora.

Por otro lado, tenemos una idea subvencionada que tardaría 4 años en estar a pleno rendimiento y 6 en ser rentable (de no haber una pérdida catastrófica) basada en el monocultivo del mejillón.

Al director y a los dos empresarios gallegos dueños del 80% de sociedad limitada (los 5 o 6 armadores valdesanos son socios muy minoritarios en la inversión inicial de 300.000 euros) se les hicieron numerosas preguntas basadas en el estudio de impacto ambiental simplificada. Pocas respuestas y muchas vaguedades.

Se habló sobre la interacción de vedas, la exclusiones de zonas de pesca y playas, ya que la enorme superficie de 35 campos de fútbol (1.200 por 530 metros), con el balizamiento llegaría a los 100. Es una privatización del mar bajo concesión de 30 a 50 años. ¿Quitar más del 15% de los salarios de los pescadores por un experimento? El empleo indefinido en la pesca sustituido por el eventual de la mejillonera, todo basado en unos supuestos cálculos y supuesta industria trasformadora. Solo con una cuota costera de caballa adecuada se duplicaría todo el supuesto empleo de la mejillonera.

Los efectos de los monocultivos extensivos con la contaminación y la alteración de la fauna marina por mas de 3.500 toneladas de heces y desechos anuales que siguen el patrón de concentración de la corrientes y vientos dominantes, proyectando los residuos a 300 metros de la costa y sobre importantes concentraciones de percebes, cuya plan de explotación agrupa a 43 perceberos y 10 toneladas de producción deben ser estudiados previamente.

La mejillonera no es una reserva natural. Sí lo sería prohibir la pesca en los 16 km. de costa entre Cabo Vidio y Busto por 10 km. mar adentro, incluyendo la gran piedra "El Serrón", fomentar la pesca turismo y el transporte de visitantes y que los pescadores pasaran a ser cuidadores y vigilantes de la misma. Este tipo de iniciativas son las que queremos, puestos a imaginar lo que es una reserva marina.

Sobre el anclaje de la estructura semisumergible de 3.000 toneladas de 1.200 metros por 500 y entre 5 a 7 metros de calado, es difícil encontrar una cita explícita a los sistemas de fijación y fondeo. Sólo tras mucho leer aparece nombrada como "bloques de fondeo con 2 argollas". Sin embargo, es abundante la expresión "condiciones hidrodinámicas muy exigentes". La zona no está abrigada al mar de fondo ni a los vientos dominantes de la zona, que puede estar sometida 24 horas por mar de fondo sostenido de 8 a 12 metros.

Estas instalaciones son muy experimentales. Hay una en Marbella, otra en Arenys de Mar y el resto en las localidades francesas de Plougrescant y Locquemeau, que como anécdota diré que fueron arrasadas en un temporal del 2011. Todas ellas están en zonas que nada tienen que ver con las condiciones del cabo Busto. Dichas instalaciones en mar abierto padecen cierres temporales por la proliferación de toxinas PSP, ASP Y DSP.

Le rogamos al señor director que se ciña a mantener las estructuras de funcionamiento básicas existentes. Si quiere trabajar sobre algún tema, le enumero algunos:

-Acabar con la influencia de los lobbys de arrastre. Es cuestión de voluntad política del PSOE y del PP que esta pésima gestión se acabe.

-La fabrica de hielo, que lleva sempiternamente averiada desde 2009.

-El dragado periódico del puerto.

-El Museo del Calamar.

-La falta de escollera de Marchica, enterrada en la arena.

-El dispendio en infraestructuras e instalaciones en puertos con exigua flota pesquera o ninguna vinculados a zonas urbanas.

-Tener que pagar 700 euros para poder tener los cursos para embarcar.

Este sector pesquero de Luarca, señores Vizcaíno y Guardado, ha sido pionero en solicitar infraestructuras vitales para dinamizar el concejo rural y la comarca occidental en todas sus ramificaciones económicas, vía la construcción del espigón de punta Muyeres cuyo proyecto original de 1931, dotado de un completo estudio (año 2000) realizado por el ingeniero que en el año 1987 ejecutó las obras del puerto y espigón del Canouco. Se atreven a traernos la ampliación del muelle de la Encoronada para cegar la entrada del puerto. Parece que ven normal los 1.000 millones de Gijón (50% de sobrecoste), los 5 millones en Puerto de Vega que no solventaron nada, 400.000 euros en Viavélez, 600.000 en San Esteban, Navia, Llanes, etcétera, o el "furacu" del ramal ferroviario de Ence, con un coste de 21 millones de euros.

Al director le queda en la manga el informe de impacto ambiental, que no dejan de ser un truco de la administración que esta predispuesta a aceptar el proyecto y a facilitar a determinadas consultorías que tienen fama de tener mano. Generalmente proponen varios sitios alternativos al proyecto, se hacen razonamientos necesarios para que el sitio elegido es el mejor, se introducen valores para las cosas que se ganan y las cosas que se pierden, pasando por el empleo etc. Los valores son bastante arbitrarios. Si el impacto resulta que sale negativo, se proponen medidas de compensación, corrección y recuperación. Suenan bien y suena a científico, pero no lo es.

Por eso, los pescadores pedimos tanto al director de pesca como a la consejera de Infraestructuras y al alcalde de Valdés que sean ustedes los que reflexionen largo y tendido sobre lo que llevan haciendo hasta el día de hoy.

Ya hemos visto el reciente boquete en el dique de la playa o la destrucción del Museo del Calamar. ¿Pueden ustedes dar o pedir reflexiones a nadie?

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