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La ventana

En el mar muerto

La necesidad de encontrar el equilibrio entre pesca y conservación

El pasado fin de semana, al tiempo que en Valencia los taurinos se manifestaban a favor de la fiesta nacional, en Luarca un grupo de pescadores se mostraban contrarios a la cría industrial de mejillones. En ambos casos representaban una minoría de la sociedad que recurre al derecho de expresión y manifestación para reclamar lo que creen justo.

Cada vez son más los detractores hacia los festejos taurinos, cada vez son más los colectivos que levantan su voz en contra del maltrato hacia los animales, cada vez resulta más anacrónico y fuera de lugar un espectáculo cuyo fin supremo es la muerte de un animal. Pero hay quien tiene otra opinión y es resto proceder que oigamos sus argumentos.

He oído estos días razones poderosas para oponerse al cultivo artificial del mejillón cerca de las costas asturianas, y he visto mucha indignación por el intento de dar frenazo a un proyecto novedoso que generaría trabajo y beneficios a una zona necesitada de estímulos. En los dos casos he visto posiciones enconadas y excesiva ignorancia sobre el tema.

Desde que el ser humano puso sus pies sobre la Tierra fue pescador y cazador. Cazaba y pescaba lo que la Naturaleza ponía a su alcance para su sustento. Así de forma equilibrada se mantuvo durante siglos una armónica relación. Hasta que apareció el lado más pérfido de los homínidos evidenciando ser el único depredador sin escrúpulos.

Todos somos sabedores de que en épocas no muy lejanas se extraían los oricios a sacos, los que se precisaban para el consumo y muchos más, que al final terminaban como abono en las tierras. Toneladas de peces inservibles para comercializar se pescaban y al final terminaban, ya muertos, arrojados al mar. Ante tales desmanes hubo la necesidad de reaccionar dictando normas, restringiendo y controlando las capturas. Pese a todo, permanece la amenaza de convertir nuestros mares en espacios carentes de vida.

Actualmente se recurre a la acuicultura como medio imprescindible para la alimentación humana. De forma habitual y con naturalidad traemos a nuestros hogares salmón noruego y mejillones de Galicia.

Comprobando la inmensidad del mar, a la fuerza han de ser compatibles las artes de pesca tradicionales con nuevos aprovechamientos. Cabe esperar que la cordura impere y el proceder ecuánime de los responsables se incline por la postura más certera.

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