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La ventana

Intensa y prolongada siesta

Existen en Asturias 78 municipios, lo cual, vista la extensión y la población de muchos de ellos, es una auténtica barbaridad. En ellos casi 1.000 hombres y mujeres ostentan cargo de ediles. Hay casos en que con 50 o 100 euros mensuales son suficientes para compensar el tiempo que dedican a sus ayuntamientos. En ocasiones hay que subir la cantidad a los 1.000 euros y no son pocos los que superan ampliamente esa cantidad. Súmese a lo anterior gastos de desplazamiento y representación y el apartado de otros, que a veces resulta ser enorme, y la cifra asusta.

El susto llegaría a ser soponcio si intentásemos conocer el coste de los cargos políticos en toda Asturias. Deberíamos añadir al apartado anterior los diputados autonómicos, diputados y senadores en Cortes y un sinfín de cargos que los gobiernos de turno nombran para distintos cometidos y en distintas ubicaciones y destinos, también conocidos como chiringuitos.

Hubo un tiempo en que dedicarse a la política se hacía por ideales. Hubo un tiempo en que los ayuntamientos de nuestro alrededor celebraban sus comisiones y reuniones plenarias al caer el día, después de que cada miembro de la corporación finalizaba sus quehaceres.

Todo lo gastado por nuestros políticos sería bien empleado si estuviésemos rodeados de ejemplares gestores del bien común. En diciembre se celebraron las elecciones. En serio no se puede creer que Rita Barberá o Tini Areces se merezcan los sueldos que se llevan a casa desde entonces.

Hay quienes opinan que los sueldos de los cargos políticos son el chocolate del loro. Por el contrario, hay quien piensa que en tiempos de duras restricciones mantener loros es un disparate y consumir chocolate un lujo.

El parlamento y los ayuntamientos de Asturias pronto cumplirán un año de ejercicio. Un año perdido, en el que el común denominador es la inoperancia. Sorpresa sería que un concejal levantase la voz para exigir una mínima actividad. El sometimiento a la tiranía de los partidos impide el más leve movimiento. Hay que pensar en las elecciones.

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