Desde que las redes sociales forman parte de nuestra vida hemos dejado de repetir vestido en las bodas. A veces pienso que Mark Zuckerberg debe de tener alguna acción en Zara. El tío listo, además de crear Facebook, ha tenido la habilidad de demostrarnos que todos somos capaces de varias cosas: poner morritos para un selfie, perder la dignidad en alguna foto y compartir esa instantánea en la que tú sales monísima y tu amiga parece la novia de Shrek. Pero el creador de Facebook ha logrado también que cuando nos gustamos y nos ponemos monos para una boda no hagamos más que subir fotos a la red y acumular "me gusta". Lo malo es que antes solo nos preocupábamos de los invitados a la boda para no repetir modelo y ahora hay que tener en cuenta muchas variables: amigos de Facebook, amigos de mis amigos... Así que como todos te han visto hay que volver a Zara y comprar otro modelo. ¿Para qué? Para volver a lucirlo en Facebook en otra boda.
