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Musicólogo

Rock eonaviego en el Campoamor

El concierto de los tapiegos "Bacotexo" en el Día de les Lletres en Oviedo

"El augua moya as xógaras,

el ouca cubre As Furadas.

El nordés trouxo un adiós,

síntote como el sal nos labios". (Bacotexo: canción "El muelle de fora")

El escenario no pudo ser el más apropiado, esto es, al que le da título el poeta naviego del mismo nombre. Aquí, aquí, donde desde hace 124 años vienen desfilando los mejores artistas del planeta. Donde hace 68 otoños Oviedo se pone la pajarita, las lentejuelas y el escote, para lucir moreno en la temporada de ópera y pasarela. Aunque luego, eso sí, se empolven todo el año y no vuelvan a ver un teatro, ni escuchar más conciertos (doy fe). Es el Oviedín de toda la vida, al que estoy enganchado y enamorado desde la raíz, y de por vida. No me pesa.

Pues eso, fue en el mismísimo Teatro Campoamor donde cuatro "tolos" (esta vez creció el terceto), dieron lustre el pasado viernes 6 de Mayo al final del XXXVII Día de les LLetres Asturianes. Y lo hizo "Bacotexo", tras un previo de gaita y tonada (un poco, a mi juicio, sólo al mío, la justificación academicista del día), y después de una lectura de poemas en asturiano, uno de ellos en fala, precioso, en las voces de una excelente pareja de declamadores.

Y de repente, con un efecto escenográfico más que moderno, la parte delantera de la boca del teatro se sumergió para abrir el gran telón de "Bacotexo", detrás del que fueron desfilando un "feixe" de viejas y agigantadas estampas de otro siglo, en blanco y negro, bien reconocidas de la comarca eonaviega.

Una presentación del propio grupo, en fala, claro, no sin agradecer a la Academia de la Llingua el empuje que, al parecer, le presta a este conjunto rockero asturiano y que yo, para presumir, llamo tapiego (que para eso son amigos míos, qué coño).

Y no estoy yo tan seguro de que, dicho empuje se traduzca, nunca mejor dicho, en un apoyo incondicional a la fala eonaviega. Es decir, a día de hoy, desconozco qué apoyos recibe el teatro costumbrista en fala, cuál la Literatura, las agrupaciones folclóricas de la comarca, o las ediciones críticas del cancionero Navia-Eo, aún pendientes de parte de la Musicología asturiana, y que, en el caso al que me refiero, deberían contar con el apoyo logístico de la Academia. Pero esto no es lo que hoy me trae a las teclas. No lo es.

Estamos ante "Bacotexo". Hace ya tiempo que llevo defendiendo al que sin duda alguna es el mejor grupo de rock asturiano de todos los tiempos. Y me atrevo, además, a establecer este podium (como si de una competición deportiva se tratara), sin falta alguna de volver a sacar el medidor de la calidad, y que ya por imperativo académico tuve que utilizar entre las bambalinas de todas los grupos rockeros asturianos que hasta aquí han optado por la apuesta discográfica. Este detalle, y que el rock no está en mi devocionario musical (lo que me acerca más a la objetividad), es lo que me hace considerar el sobresaliente de Bacotexo.

Este grupo representa una apuesta por el rock, sí, pero también por el buen cantar y mejor estar (no es incompatible, aunque en el caso del rock, demasiadas veces lo parezca). Y es, además, una apuesta por la buena coralidad, sí. Es decir, la que sólo puede alcanzar un terceto de muy buenos músicos (en este concierto, un cuarteto), y cuya calidad de afinación y de empaste armónico, da lugar a un resultado final de altísima calidad musical. No precisa "Bacotexo" ni grandes megawatios (es decir, el ruido donde se esconde la mayoría de grupos rockeros), ni las estridencias, ni las provocaciones orales o gestuales sobre el escenario.

Primero, este grupo (otros, sin saber por qué, le llamarán banda) hace gala de una literatura más que notable (no es muy frecuente el nivel universitario de sus componentes). Unas letras que, con un lirismo de altura, son el soporte de un acompañamiento instrumental afinadísimo. "Bacotexo" no es normal. Es decir, no son normales las interpretaciones solísticas, ni de su batería (lírica hecha rock), ni la de su guitarra de punteo. Ni mucho menos el dúo de ambos, o la polifonía final del conjunto total, ya en trío o en cuarteto (como el reciente concierto en el Teatro Campoamor al que me refiero).

La literatura de la hasta ahora trilogía discográfica de "Bacotexo" es una anormalidad, a poco que uno de acerque a media docena de conjuntos rockeros, incluso a nivel nacional. Se les nota, no sólo su nacencia eonaviega, su preparación cultural, y el haber mamado y crecido con la fala, con naturalidad y sin artificios alquimistas (no miro a nadie). Sobre el escenario, se les nota, incluso, que su nivel musical y cultural va mucho más allá de una romería o una verbena veraniega. El Teatro Campoamor le quedó pequeño a "Bacotexo". Pues eso, que lo hagan más grande.

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