A Salas no le ocurre como a aquel coronel universal de García Márquez. Este es un concejo -Puerta de Occidente- que sí tiene quien le escriba. Y en agosto la villa tendrá un pregonero de lujo: el profesor Juan Velarde. Salense ejerciente, allá donde vaya, en la cátedra, en los libros, en los artículos, en sus muy variados escritos, siempre que tiene la ocasión sale de su pluma el nombre de Salas.
Con motivo de haberle concedido, hace un par de años, la Asociación Amigos del Paisaje de Salas el título de socio de honor, el ilustre economista nos ofreció en el acto celebrado en el restaurante del Castillo Valdés Salas una lección magistral sobre el paisaje -y el paisanaje- de su tierra. No quedó un río, un monumento, un pueblo, una montaña o un aislado caserío sin que fuese mencionado en un discurso que uno intentó recuperar como documento valiosísimo para la historia salense, pero fue imposible porque el profesor se presentó en aquel homenaje en su honor con cuatro apuntes a pluma en unas cuartillas que ni siquiera estaban numeradas y fue improvisando e intercalando, sin guión alguno, historias y leyendas que iba adornando con un humor desbordante. En las próximas fiestas de El Bollo locales Juan Velarde saldrá al balcón principal del Ayuntamiento de Salas para pronunciar el pregón que será, sin duda alguna, otra disertación magistral del ilustre profesor.
Más recientemente hubo otra lección de las que hacen historia sobre el paisaje y el paisanaje de Salas que fue pronunciada por el también profesor salense, de Lavio, Jesús Menéndez Valdés, con motivo también de que Amigos del Paisaje le otorgase el título de socio de honor de dicha institución. En este caso sí he podido recuperar el original de tan importante pieza literaria e histórica que conseguí publicar en capítulos en las páginas de "La Comarca", el periódico mensual de Salas y Pravia que cumplía precisamente diez años de vida en esas fechas. Y me consta que hay en Lavio un buen número de vecinos que lo han encuadernado. El tema central de la intervención de Menéndez Valdés -a quien en la comarca se le llama cariñosamente "Cuqui"- fue la parroquia de Lavio, que, como es sabido, tuvo antaño ayuntamiento propio. De Lavio también escribe con frecuencia el economista jubilado retornado al pueblo Pepe Feito, que ahora tiene su cátedra en Ca Pepita, donde recibe siempre a sus amigos con las puertas abiertas de par en par y viandas suficientes para todos.
Con todas estas ilustres plumas escribiendo sobre Salas es para asustar la responsabilidad que el periodista que escribe esta columna va a adquirir -es un honor- mañana sábado, día de la festividad de la Virgen del Carmen, cuando a las doce de la mañana, en el salón de plenos del Ayuntamiento salense, tome posesión del cargo de cronista oficial de Salas. Me siento como si fuese un monaguillo rodeado de obispos. ¡Que la Virgen del Carmen me ampare y que sea lo que Dios quiera!
