Mientras Mariano sigue ejerciendo en funciones la indolencia y la ambigüedad, nuestro maltrecho Paraíso Natural toma decisiones. En La Rodriga, concejo de Salas, una de las vegas más ricas del Narcea es convertida en zona industrial por obra y gracia del capital privado. Según informa este periódico, Asturias tiene 2,36 millones de metros cuadrados de suelo industrial desocupado por falta de compradores. Y aunque se hizo una campaña de rebajas que para sí la quisiera El Corte Inglés, el fracaso fue estrepitoso. Pero como en esta tierra nada nos arredra, otra superficie equivalente está en distintas fases de tramitación para convertirse en contenedor de empresas. Igual que cada población grande o pequeña quiso tener su museíllo por insólito que fuera su contenido -algunos, actualmente, ruinas a derribar-, cada localidad quiere su polígono industrial con o sin sentido. No sea que la hipotética recuperación nos pille sin hueco para nuestro negocio en el felpudo de casa, así nos la deje hecha una piltrafa.
