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Meditaciones desde Paraxes

Celsa Díaz

Sacrificios

Nunca volvería a fiarse de esos estúpidos asesores. Le aseguraron que el recorrido por la República Independiente de Paraxes sería un éxito, un paseo triunfal para su autobús de la libertad por los derechos más elementales, el icono naranja de "Hazte Oír". El tránsito por aquellos caminos fue un calvario, tan estrechos y agujereados que obligaron a maniobras imposibles. Llegados al fin a su destino advirtió, sorprendido, estupor en las caras de los allí reunidos. Alguien le confesó que habían ocultado la naturaleza de sus reivindicaciones, pero lo que no esperaba era que la tozudez de la biología le hubiera traicionado con tanta crueldad. Y la ineptitud de sus asesores, incapaces de informarse de que en las aves el sexo se determina cromosómicamente de forma inversa a la humana. Volaron los huevos y fueron amenazados con ser emplumados. Ahora, lejos de esas gallináceas radicales y violentas, tenía todas sus esperanzas puestas en el próximo destino, tierra de libertad y anticomunismo: Nueva York.

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