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Nunca te des por muerto

Reconozco que disfruté como una enana el domingo pasado con la reencarnación de Pedro Sánchez, y no es que yo sea afiliada al PSOE ni votante asidua (alguna vez lo hice, no lo niego, pero pocas), pero me presta en el alma que pierdan los soberbios, los que piensan que un partido les pertenece, el que sea, y que se niegan a evolucionar y a ir con los tiempos. En esta partida de dos, que Patxi me perdone, Susana Díaz ha sido la mujer más convencida y con más amor propio que he conocido. A veces quererse demasiado roza el narcisismo, la alucinación y luego acaba en una buena hostia. Pero bueno, dicen que siempre se aprende más cuando se pierde que cuando se gana. Pero a mí el domingo me encantó, sólo me faltó Penélope Cruz gritando aquello de "Pedro, Pedro", y además yo en casa podía botar, sin contenciones, no fuese a ser que me caiga alguna maldición de "Susanista el que no bote"? por si acaso. ¿Qué hay después de la muerte? La reencarnación. Yo lo he visto.

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