Vuelve a la carga la empresa empeñada en convertir el concejo de Tapia en un queso gruyère. Esta vez con un nombre inquietante, que parece sacado de una película fantástica de animación. Como Freezer, el supervillano de la serie manga "Bola de Dragón", la minera "Black Dragon" -que ya no recuerdo cuántas veces ha cambiado su marca- puede transformarse para esconder su poder y permanecer oculta en el espacio exterior, sin oxígeno -sin capital-, a la espera de mejores circunstancias. Su objetivo, conseguir las doradas esferas mágicas que le concederán sus deseos. El encargo está encomendado a Alberto Lavandeira, viejo conocido, que ya en 2005 nos dejó estupefactos con sus declaraciones sobre la inocuidad del cianuro de las balsas de la mina El Valle (Belmonte). La invocación al dragón de las esferas hace que el cielo se nuble y se oscurezca. Los héroes tendrán que impedirlo.
