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Es una obsesión

Pongámonos serios. Hablemos de Cataluña o ¿están aburridos del tema?, ¿a que no tienen papeleta ni urna? No me lo creo, perdónenme, que estamos en Asturias, y a veces a una se le va la pinza como a la sábana en el tendal. Pues entonces toquemos un tema de los que verdad tocan los sábados a la hora del vermú: la obsesión de Campanario con ser Belén Esteban. Que sí, que lo dicen, y probablemente tenga la mismo de verdad que el romance de Pablo Iglesias con Paula Vázquez, que fue efímero, pero yo lo disfruté durante cinco horas y me monté mi película a mi gusto. Y me pareció fascinante, ahora que ya nos quieren quitar la imaginación, la ilusión, el derecho a votar dicen otros. Nadie está conforme. Pues Campanario quería ser La Esteban, ¡menudo referente!, que lo mismo diría si fuera vivecersa. Yo también quise volar una vez, me subí a un escenario, cogí carrerilla porque me ví valiente y me lancé pensando que habría muchos "junts" para agarrarme? Un trompazo histórico.

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