Según cuenta un informe publicado en las redes sociales por una diputada provincial que entiende del asunto de las carreteras comarcales de nuestro paraíso del matorral, el retraso, en algunos casos de un año, en la limpieza de las márgenes y cunetas de las vías de comunicación regionales -las que no son de titularidad estatal- ha obedecido al grave deterioro que tienen las máquinas de la consejería correspondiente y que ha obligado a sacar a subasta esos trabajos que ahora, ya en plena seronda, están llevando a cabo empresas privadas.

Pero la burocracia imperante ha llevado, en las últimas semanas, a situaciones que, en caso de no ponerse a llorar, dan pie a la risa. En el caso de la carretera que comunica Salas con Pravia por Camuño, Priero, Mallecina, La Arquera y Malleza, llegaron los operarios y las máquinas del empresario correspondiente y se lanzaron a tumba abierta hacia el vecino concejo de Pravia superados los límites de ambos concejos en el lugar conocido como Puente de la Tienda. Siguieron su tarea por la margen derecha -según se baja- y fueron frenados en seco por sus superiores, ya que la limpieza en territorio praviano era un error administrativo. O sea que llegó el comandante y mandó "aparar". En los últimos días otro mandamás ordenó seguir.

Cuenta ese informe al que hago referencia más arriba que la góndola que tiene la consejería de la cosa esa de la conservación de las carreteras lleva mucho tiempo parada a la espera de que pase la ITV. Y que muchos de los tractores equipados con desbrozadora tienen las ruedas tan desgastadas que el grosor es similar al del papel de fumar aquel que se utilizaba antaño para liar un pitu de picadura. Ante la situación a la que se ha llegado y las múltiples protestas de los pueblos, se ha optado, en una operación de urgencia cuando ya ha pasado el verano y con la lluvia de la seronda la maleza volverá a brotar con gran ímpetu, a contratar los servicios de distintas empresas que ponen personal y maquinaria sin que se sepa a qué se destinan los equipos propios del gobierno autonómico.

Por otra parte, hay que señalar que no hace mucho tiempo, con motivo de una fana -argayo dicen los técnicos- que hubo en la carretera que da acceso a las brañas de Malleza, el arriba firmante tuvo ocasión de preguntarles a los operarios del Principado que retiraban los escombros la razón por la cual, sorprendentemente, trabajaban hasta avanzada la tarde, a lo que contestaron que en casos de emergencia no quedaba más remedio que hacerlo, pero que las horas extraordinarias que habían realizado medio año antes aún no las habían cobrado. En los pueblos estábamos mucho mejor cuando había camineros. Y sus herramientas eran un pico y una pala llana. Y una carretilla, que estaba siempre de servicio porque no tenía que pasar la ITV como la góndola de marras.