Se nos ha muerto Chiquito de la Calzada y, aunque admito que nunca me hizo mucha gracia, hay que reconocerle a la gente el talento cuando es grande. Hubo un tiempo en que todo el mundo dijo aquello de "fistro" y "pecador". Yo tengo un humor muy raro, rarísimo, soy de las que huyo de las pelis de risa del cine porque me hacen poco más que sufrir, pero ojo, ahí están Faemino y Cansado, que para mí son unos grandes, como lo era Gila y Eugenio. No quiero decir con esto que Chiquito no lo fuese, pero me parecía todo muy "raruno". Ese lenguaje creado que te incitaba a andar como de puntillas..., no sé, no le pillaba el punto. Dicho esto, hay que respetar a los grandes, nos gusten o no. Tampoco soy muy de Alejandro Sanz y a veces me veo tarareándolo en el baño, y Camela me marcó la adolescencia. Al final cuando la gente tiene su público será por algo. Bendita música, y bendito humor.