La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ramón Díaz

Orientalia

Ramón Díaz

Dos clases de constructores

Aquella vorágine de especulación que condujo a esta crisis de la que ahora empezamos a sacar la cabeza (o eso dicen), sirvió para conocer a todo tipo de personajes. Entonces supimos, por ejemplo, que hay dos clases de constructores: los constructores-constructores y los constructores-destructores. Los primeros son esos profesionales que cumplen escrupulosamente la legalidad vigente y que, en ocasiones son capaces de no llenar el vaso hasta el borde para que el agua no se desborde. Los segundos -todos los conocemos bien- buscan en todo momento los recovecos y las vueltas que les permitan incumplir el espíritu de las leyes y no dudan en aprovechar las carencias de la normativa y las debilidades de quienes ejercen el poder en su beneficio. El dinero es su becerro de oro. Ni estos ni aquellos han desaparecido. Están ahí, esperando a que amaine. Y si se tercia regresarán, cada uno con su filosofía.

Compartir el artículo

stats