Ha empezado con ímpetu el cuatripartito llanisco. En sólo un par de meses los nuevos dirigentes locales han plantado cara (por algo se empieza) a algunas de las "patatas calientes" del concejo. Hoy mismo empieza a funcionar el aparcamiento de Gulpiyuri, una playa diminuta que amenaza con reventar cualquier día a causa del desmesurado acceso de visitantes. Habrá que ver si el parking ayuda a solucionar el caos circulatorio que vive a diario esa zona. Está también en marcha el diseño de un ambicioso plan para salvaguardar los bufones de Pría; se ha puesto por fin sobre la mesa el endémico problema del tráfico en Niembru; y el equipo de gobierno está empeñado en rescatar la iglesia de San Antolín de Bedón, joya del Románico, del abandono. Enrique Riestra y su equipo están aprovechando los 100 días de cortesía que suelen concederse a los nuevos gobernantes. Al menos lo están intentando.