Hace menos de un mes, la directiva encargada de organizar la fiesta de Nuestra Señora de la Salud, en Cañu (Cangas de Onís), lanzaba un llamamiento a los vecinos para evitar que este año no se pudiera celebrar por falta de efectivos decididos a arrimar el hombro en pro de ese tradicional festejo, muy arraigado en la zona suroriental del Principado de Asturias y que tiene lugar cada 24 de septiembre. Al final, casi sobre la campana, un grupo de vecinos y oriundos de la localidad canguesa decidió coger el toro por los cuernos y volcarse en colaborar. Además, han confeccionado un programa, a un lado el acto religioso, con dos de las orquestas más en boga en la actualidad.
El año pasado, en miércoles y día laborable, más de 600 personas asistieron a la misa de la Salud, en la vetusta ermita de Cañu. No se recordaba tal aglomeración de devotos y feligreses en tan señalada fecha en la pequeña localidad, bañada por las aguas del río Sella y atravesada por la N-625 (León-Santander). Fieles no sólo del propio concejo de Cangas, sino también de limítrofes como Parres, Onís, Piloña, Amieva, Ponga, incluso de Sajambre -ocho mujeres octogenarias desplazándose en taxi: Ana Mª Álvarez, Andrea Simón, Leonor Alonso, Aurora Díaz, Ernestina Alonso, Natividad Granda, Enedina Alonso y Julia Díaz-. Por si fuera poco, tampoco se quisieron perder la cita residentes en Argentina, México y República Dominicana, entre otros países.
Algo parece estar cambiando en estos momentos de dura crisis económica. La fe en Nuestra Señora de la Salud mueve montañas y Cañu no es una excepción. En la anterior edición se desbordaron todas las expectativas, colaborando el buen tiempo en el éxito de los festejos, y en ésta nueva ocasión, el próximo jueves 24, gracias al entusiasmo de la organización que tira del carro -con la inestimable ayuda de otros vecinos que siempre han estado ahí, para echar una mano en lo que hiciese falta-. La Salud de Cañu traspasa fronteras y de ahí la tremenda devoción que atesora. Sin duda, resulta gratificante observar el gentío arremolinado en torno a la vieja ermita. Es una de las fiestas con más tradición en el Oriente, caiga en laborable o en jornada festiva. Además, buena parte del vecindario se esmera engalanando sus viviendas con enseñas autonómicas y nacionales, ensalzando aún más el ambiente.
La anterior comisión organizadora de las Fiestas de la Salud, capitaneada durante muchos años por Sergio y Juan Mata, vino adoptando, en colaboración con la Policía Local de Cangas de Onís, medidas previsoras para evitar cualquier colapso circulatorio, habilitando cientos de plazas de aparcamiento en diversos prados, a la misma entrada de la localidad, y desviando el tráfico, mientras duran los actos religiosos, por caminos secundarios, paralelos a la carretera nacional 625. La afluencia de vehículos al pequeño pueblo ribereño de Cañu hace indispensable seguir en esa misma línea, ofreciendo comodidad a los visitantes que suelen acercarse a disfrutar de todo lo que rodea a uno de los más entrañables eventos de la zona.
No queda nada, a la espera de que la meteorología acompañe una edición más, por lo que es de justicia reconocer la labor que despachan esa serie de personas que hacen posible la celebración de la fiesta de la Salud, en Cañu. Como es norma, seguro que van a estar sometidos a recibir críticas, pero de no ser por ellos, ahora mismo, igual no estaríamos escribiendo sobre la continuidad del evento. Sin lugar a dudas se merecen el apoyo unánime de todo el mundo, pues no es moco de pavo ponerse a organizar fiestas en unos momentos alejados de la bonanza económica de otros tiempos nada lejanos.
¡Viva la Salud de Cañu!
