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Adiós a Antonio Cea, esencia musical llanisca

Repaso a la trayectoria de un autodidacta con una prolífica aportación a la cultura de la comarca

El mundo de la cultura en Llanes está de luto. Ayer falleció a los 99 años de edad en el Hospital de Arriondas el musicólogo llanisco Antonio Cea Gutiérrez. Nacido en la localidad cántabra de Escobedo de Villafufre en 1915, Cea, como era conocido, tenía ascendencia en el llanisco pueblo de Parres. Durante más de cuarenta años estuvo al frente, como director, de la Schola Cantorum de Llanes. Fue, además, fundador a finales de la década de los setenta, del coro de Parres.

De formación autodidacta, su labor musical en la villa de Posada Herrera dio comienzo de la mano del entonces párroco de Llanes, don Gil Ganzaraín Fernández. Codo a codo con don Luis Díaz García, sustituto de don Gil al frente de la parroquia llanisca, y con los organistas Fernando Noceda y Vicente Alonso, dio a la Schola Cantorum un importante impulso, formando en su seno a destacados músicos como, por ejemplo, el hoy catedrático de Musicología de la Universidad de Oviedo Ramón Sobrino, la actual organista titular de la basílica de Llanes y profesora de la Escuela de Música de la villa, Ana Pilar Alonso Martínez, Ruth Ruisánchez y Alejandro Turanzas, entre otros.

Su destacadísima labor en favor de la música popular y religiosa se completó con la dirección de un ochote de voces masculinas, también en Llanes, durante la década de los años noventa, y, sobre todo, con el "Cuarteto Cea", integrado por su esposa, ya fallecida, Hortensia Gutiérrez Amieva, y sus dos hijos, Antonio y Gema Cea. Con el "Cuarteto Cea" logró altas cotas de popularidad. La aportación más importante de las cuatro voces fue la grabación, a finales de los años setenta en Madrid, de una trilogía de discos clave para entender la esencia de la cultura musical llanisca. Los discos grabados fueron "La Misa Asturiana de Gaita", con el recordado Ignacio Noriega, "La canción del Mar en Llanes", y "Ritos al Árbol al Aire y al Fuego".

Persona jovial y tremendamente activa, Cea fue muy popular, además de en Llanes, en la localidad de Posada, lugar al que siempre consideró como su segunda casa. Hasta su jubilación, ocupó el cargo de director de la sucursal de la Caja de Ahorros de Asturias en esta localidad. Junto a su mujer, Hortensia Gutiérrez Amieva, regentó durante años, combinando su labor como empleado de banca, el famoso merendero de las Mimosas, en La Pereda. El citado establecimiento gozó en la década de los años 50 y 60 del pasado siglo de enorme popularidad entre las gentes de Llanes y sus alrededores. En la bolera ubicada en el citado merendero se celebró un campeonato de España de la especialidad en segunda categoría. Además de su afición al deporte del bolo palma, fue también gran entusiasta del fútbol. Tras militar en varios equipos cántabros, entre ellos el Juventud, donde compartió vestuario con Aparicio, el conocido jugador santanderino del At. Aviación (luego At. Madrid) e internacional con la selección española. Fue entrenador del Club Deportivo Llanes en la temporada 1963-1964, coincidiendo en el club llanisco con jugadores de la talla de Lolín Batalla, Vallejo, Garrincha o Jesús Triguero.

Antonio Cea deja dos hijos y dos nietos. Su funeral, de cuerpo presente, tendrá lugar hoy en la basílica de Llanes. Acto seguido será enterrado en el cementero de la localidad llanisca de Parres.

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