Me congratula el enorme interés que despierta todo cuanto rodea al Descenso Internacional del Sella, tratando de conseguir un salto de calidad en la prueba de piragüismo más multitudinaria de cuantas se celebran en éste país. Cierto es que no corren buenos tiempos, en cuanto a patrocinadores y colaboradores, pero las ideas para tratar de mejorar la competición están a la orden del día, como esa reciente propuesta -tendrá benefactores y detractores, como suele ser habitual- lanzada por algunas palistas con el ánimo de conseguir paridad con respecto a los hombres, en lo referente a ser cabezas de serie en la archipopular Fiesta de las Piraguas de Asturias.
Pero, abierto una vez más el debate sobre los pormenores de la prueba, creo que el Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS), en la actualidad presidido por Víctor Manuel Peruyero ("Vitín"), tiene una asignatura pendiente con una de las palistas que marcó una época en la historia sellera: Mara Santos García, la palentina que ganó nada menos que en 22 ocasiones esa mítica competición -veinte de ellas en K-1 y las dos restantes en barco de equipo, es decir, en la modalidad de K-2-, la cual conmemorará el próximo ejercicio su 80ª edición, coincidente en fechas con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro-2016. Escribir de Mara Santos es hacerlo de una de las más grandes piragüistas españolas de todos los tiempos, sobremanera en regatas de fondo y descenso de ríos. Fue campeona del Mundo de maratón, además de medallista en varios Mundiales y Europeos, así como 16 veces campeona de España. Logró su victoria en el Descenso Internacional del Sella a los 15 años y la última, en 2012 -con la gozoniega Maribel García, en K-2-, con 43 años de edad. Atesora el récord femenino de la prueba sellera, tanto en K-1 (1 hora 27 minutos y 21 segundos, en el año 2007), como en K-2 (en 2009, con la gallega María Pérez Piñeiro).
Retirada de la alta competición desde hace un par de temporadas, la laureada palista de Velilla del Río Carrión (Palencia) bien se merecía que el CODIS apostara por ella como pregonera de la 80ª Edición del Descenso Internacional, el 6 de agosto de 2016. Seria, sin lugar a duda, el reconocimiento público a la más grande palista de la dilatada historia sellera, con un envidiable palmarés que, a primera vista, perdurará en el transcurso del tiempo. Ella, y permítanme la intromisión, se encuentra a la altura de otras leyendas del Sella, tales como el campeonísimo Manuel Busto Fernández -que se encargó del pregón en la última edición- o el "recordman" Julio Martínez Gómez, con 11 victorias a sus anchas espaldas; sin olvidar, por supuesto, a Walter Bouzán y Álvaro Fernández Fiuza, los "reyes del Sella" en la actualidad, entre otros ilustres del deporte de las palas y las piraguas.
En su pueblo, en Velilla del Río Carrión, la idolatran y hasta el polideportivo municipal de la localidad lleva su nombre. Lógico y natural, en una zona donde en piragüismo son palabras mayores. Ahora bien, dicho esto, considero irrechazable que Mara Santos García, la "recordwoman" sellera, se encargue de pregonar la Fiesta de las Piraguas del próximo ejercicio, aunque algunos piensen en otro tipo de gente con un mayor tirón mediático -el actor Arturo Fernández, por ejemplo, que sonó en ediciones precedentes-.
Por cierto, no soy quien para invitarla, pues ese cometido corresponde a los dirigentes del propio CODIS. Eso sí, nada más justo en estos precisos instantes que ir pensando en esa figura del piragüismo femenino de ésta país para leer los versos de Dionisio de la Huerta desde el estrado del puente "Emilio Llamedo Olivera", el primer sábado de agosto, tal como mandan los cánones.
