Esta visto y comprobado que el vacío dejado en el seno del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS), tras el fallecimiento (30/07/2011) de Emilio Llamedo Olivera, ha sido enorme, muy difícil de cubrir. Cierto es que no hay nadie imprescindible, pero a veces se acusan en demasía a ciertos dirigentes que, como también en su momento lo fue Dionisio de la Huerta, marcaron una época dorada, aunque con altibajos puntuales, en todo lo concerniente a la popular Fiesta de las Piraguas de Asturias.
Cuatro años después, pese a los intentos de reconducir el CODIS, una nueva junta gestora, ahora presidida por Juan Llorens Álvarez, tratará de convocar elecciones a la presidencia del citado Club Básico Deportivo. Dicho esto y reconociendo la labor, con luces y sombras, despachada durante su reciente mandato José Antonio Modino Turienzo, creo que el comité organizador recalará en un futuro inmediato a buen puerto, arrimando el hombro todo el mundo sellero o bien aportando cada cual su granito de arena.
Es probable que pocas personas se animen a tomar las riendas del CODIS y encima teniendo en cuenta la escasez de recursos económicos, así como los consiguientes recortes de las distintas administraciones, para afrontar con total garantía la organización de la archipopular prueba de descenso de ríos. Atrás quedan aquellas multinacionales que arropaban, gracias a las arduas gestiones de Emilio Llamedo y su equipo de colaboradores, el evento deportivo más internacional y multitudinario de Asturias.
Digan lo que digan, toca mirar hacia adelante e ir mentalizándose de que el Sella está vivo, más vivo que nunca. Hay una serie de personas tremendamente válidas para coger el timón de ese gran "trasatlántico" que es el CODIS -eso sí, abierto a mucha más gente y olvidando lo que antaño era un grupo de amigos, sin que nadie se sienta ofendido-. También puedo asegurar que algunas de ellas no parecen dispuestas a dar el paso adelante, por mucho que les animen a olvidar viejas rencillas.
Desde mi punto de vista, una de ellas sería el parragués Juan Manuel Feliz Granda, toda una voz autorizada, tanto en materia organizadora como en lo referente a la competición deportiva, pues fue el vencedor de la prueba en 1968, formando pareja con José Luis Gutiérrez Soto, "Pepón el Barqueru", con los colores del Club Los Rápidos de Arriondas. Fue la primera vez en que se dio la salida con un "cañonazo", siendo la mecha prendida por María Teresa de Salisachs, esposa de Juan Antonio Samaranch.
Feliz, no solo estuvo vinculado al Sella hace años por la inclusión de la prueba en el Marathon Grand Prix, sino que lo organizó desde la Federación Española de Piragüismo, en su faceta deportiva, siendo director técnico de la propia Federación, en tiempos del presidente Manolo Fonseca. Además, fue artífice en la concesión a la Fiesta de las Piraguas de la categoría de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Un asunto que trató directamente con Esperanza Aguirre, quien llevaba aquellos temas en el otrora Ministerio de Turismo.
Carlos Tejo y Miguel Ángel Pérez Aller, son otras de esas personas que deberían tener cabida. Dos riosellanos volcados con el piragüismo y, en especial, con el Descenso Internacional del Sella, pues ambos colaboraron durante décadas en la organización, tanto con Dionisio como con Emilio Llamedo, las "dos almas" de la Fiesta de las Piraguas. Carlos Tejo "sonó" en más de una ocasión como futurible presidente del CODIS, a raíz de la muerte de Emilio. Hay gente en nuestra ribera del Sella suficientemente preparada y conocedora de cuanto rodea a la celebración, empezando por la propia junta gestora del CODIS.
Tampoco me olvido del mismísimo Manolo Fonseca, jubilado, confeso sellero y que cada año, en los últimos lustros, toma parte en la prueba en categoría mixtos, en compañía de su hija Bárbara. Ni tampoco dejo atrás al campeonísimo Manuel Busto, en varias ocasiones vencedor del Descenso y once veces campeón del mundo de maratón. Entre ese quinteto de personalidades, en el supuesto de que alguien las anime y convenza, debería a empezar a cimentarse el patronato, fundación o asociación que rija en un futuro inminente la Fiesta de las Piraguas de Asturias. El Sella, insisto, está muy vivo.
