Me congratulo que, ¡al fin!, haya salido adelante la petición de la Asociación Cultural Amigos de Parres, encabezado por Titu Manzano y fundada en 1990, para que el Ayuntamiento de ese rincón del oriente de Asturias acabase por darle el nombre del piragüista olímpico Javier Hernanz Agüeria al pabellón polideportivo municipal de su localidad natal. Del mismo modo, considero tremendo que el acuerdo de la sesión plenaria del pasado jueves no saliese aprobado por unanimidad, con los sufragios de todos y cada uno de los grupos con representación municipal.
No volveré a insistir en los méritos que atesora ese deportista, el primer olímpico de la historia de Parres, muy de Arriondas, muy parragués, muy ribereñu, muy peruyalu, muy selleru, para hacerles ver a los políticos locales en lo justo e idóneo de bautizar la instalación polideportiva municipal con el nombre de Javier Hernanz Agüeria. Tampoco me meteré en zonas llamargosas para contrarrestar el resbalón -sí, como suena- del actual equipo de Gobierno que preside Emilio García Longo a la hora de abstenerse en ese punto concreto del orden del día del último Pleno.
Creo, le pese a quien le pese, que el palmarés de Hernanz Agüeria no se puede discutir, sino todo lo contrario. Dicho esto, me inquieta que se hable con tanta alegría de otros deportistas que, supuestamente, eran dignos de tal distinción, también del concejo o con vínculos a él. Siento discrepar, pero nunca antes el concejo de Parres tuvo un a vecino -de Arriondas, sí-- participando en una Olimpiada, el sueño y la meta de todo deportista, ahora centrado en la preparación de los que serán sus segundos Juegos Olímpicos, en Río 2016.
Para nada quiero pensar que esa dilación en darle salida al expediente tuviese oscuros intereses de politización. Insisto, no sé cómo observará la ciudadanía que un alcalde se abstiene, igual que el concejal de Deportes y los demás compañeros del PSOE, en un tema que debería evitar discrepancias. Aún más: esas abstenciones -cinco- me suenan a un "no" suavizado, muy suavizado; en tanto, Izquierda Unida, Partido Popular y Foro, es decir, toda la oposición, votó a favor del beneplácito.
¿Quién acompañará a Javier Hernanz en el descubrimiento de la placa conmemorativa, si es que la colocan, en el polideportivo municipal? ¿Únicamente la oposición? ¿El equipo de Gobierno que se abstuvo? Una pena, así de claro, que no todos remasen en la misma dirección, sin mirar ideologías.
La defensa a ultranza que vengo haciendo desde esta humilde sección ("El Puentón") para que sean reconocidos esos méritos, apoyando desde el minuto 1 la propuesta del Grupo Amigos de Parres -lanzada hace muchos años, aunque oficializada en 2014-, la hubiese hecho, igualmente, de ser otro vecino o deportista parragués. En realidad, lo que me llena, es ver cómo un guaje, al que he seguido su trayectoria -los no entendidos pueden consultar la hemeroteca de LNE- desde que era un imberbe, encima de una piragua, hasta llegar a la cúspide: Olimpiadas, Copas del Mundo, Mundiales, Europeos, etc.
Por cierto, recapitulando en el tiempo, fui en su momento quien propuso el nombre de "Juan Puerta Valiente" para el pabellón polideportivo municipal de Infiesto (Piloña), tras el trágico accidente que segó la vida del gran atleta, sugerencia de, posteriormente, aprobó el Ayuntamiento piloñés. También solicité en su día pusieran el nombre de "Juan Antonio Vega Díaz" al polideportivo municipal de Cangas de Onís, nada más fallecer aquel carismático alcalde, impulsor de la instalación y defensor a ultranza del fin de etapa de la Vuelta Ciclista a España en los Lagos de Covadonga. En ambos casos no hubo discrepancias, ni abstenciones.
