Al margen de disquisiciones sobre si es el momento de reintroducir el quebrantahuesos en los Picos de Europa (casi siempre es mejor hacer algo que nada) y puesto que las administraciones decidieron impulsar el proyecto es conveniente ver quién paga y quién se escaquea. El proyecto cuesta 1,58 millones, de los cuales la Unión Europea asume la mayor parte, 1,06 millones. La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos pone 202.000 euros, y otras tres entidades aportan 106.200 euros, cada una: el Gobierno de Aragón, el consorcio del parque de los Picos y el Ministerio de Medio Ambiente. Dado que la recuperación de esta mítica ave en la cordillera Cantábrica beneficia, sobre todo, al patrimonio natural de Asturias, Cantabria y Castilla y León, avergüenza comprobar que los gobiernos de esas comunidades no aportan directamente ni un céntimo. E indirectamente, 7.000 míseros euros al año, cada una. Bochornoso.
