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Ramón Díaz

Orientalia

Ramón Díaz

Las ventajas de ser pudiente

Si una persona de a pie, de la plebe, hereda la casa de sus mayores y no puede mantenerla, se verá obligado a venderla. Pero si uno es rico, aun venido a menos, y hereda de sus antepasados, pongamos por caso, un palacio con su correspondiente finca, siempre podrá negociar con el ayuntamiento del lugar una recalificación generosa que le reporte dinerito fresco para salir de apuros y la rehabilitación "gratis total" del palacio para destinarlo, qué sé yo, a hotel con restaurante, a cambio de unas docenas de viviendas para la promotora, que si se empeña lo mismo hasta abre un centro comercial en una esquinita linda. Igual ocurre con los préstamos. Si alguien del populacho no puede hacer frente a pagos bancarios le quitarán la hacienda y, si se descuida, hasta los más ocultos pensamientos. Pero si uno es pudiente, conseguirá fácilmente quitas de hasta el 90 por ciento y podrá volver a la carga en cuanto amaine, disfrazado otra vez de cordero.

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