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El Pistoju

Caramelos y soplidos en Cangas de Onís

A raíz de la prohibición de tabaco en lugares públicos no hay nada mejor para contener el vicio de fumar que chuparse un caramelo. Lo siguen al pie de la letra en el Ayuntamiento de Cangas de Onís. Allí mismo, los ciudadanos pueden dominar su respectivo ansia tabaquista con caramelos que pueblan la llamativa canastilla del mostrador. Como todo no van a ser cosas buenas, resulta que algunos conductores están sumamente indignados por la constante retahíla de controles de coches a la salida de la ciudad canguesa. Unas veces, con los agentes aposentados en el barrio de La Morra; otras, en los accesos a la variante de circunvalación. Me lo cuenta con cara de pocos amigos, mi primo Chéfor Román, como si acabase de "soplar".

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