"Rabín" es un gato callejero de Arriondas que fue atropellado dos veces el pasado miércoles, una de ellas de forma intencionada. La reacción de la gente ha sido ejemplar: de la indignación inicial se ha pasado a la preocupación por el animal y a la organización de una campaña para recaudar fondos para sufragar los gastos veterinarios, entre los que figura una operación para salvarle la vida. Más: cada día un montón de personas se acerca a la clínica veterinaria para conocer el estado del felino y un vecino ha decidido adoptarlo en cuanto se recupere. No faltará quien señale que con la que está cayendo en el mundo y con las fronteras de Europa llenas de refugiados gastar energías en un gato resulta absurdo o es una forma de desviar la atención. Puede ser. Mahatma Gandhi dijo: "Un país, una civilización, se puede juzgar por la forma como trata a sus animales". Tenía razón, pero también por la forma como trata a los seres humanos.