El gobierno de Llanes, que muy bien podría llamarse "Todos contra el PSOE", asegura que la concesión de licencias es un acto reglado, por lo que si un proyecto cumple la legalidad urbanística, hay que aprobarlo, pues lo contrario sería prevaricar y condenar al Ayuntamiento a una posible responsabilidad patrimonial por daños y perjuicios. Y añade que concedió la licencia del dichoso chiringuito de El Sablón porque contaba con todos los informes favorables habidos y por haber. Pues resulta que ese es el mismo argumento que utilizó el PSOE para conceder las licencias del "caso Kaype". En la otra esquina, el PSOE sostiene ahora que se puede no conceder una licencia aunque cuente con informes favorables. Pero resulta que dijo e hizo lo contrario -y los demás lo criticaron por ello- en el "caso Kaype". Cada vez resulta más difícil entender el lenguaje de los políticos. Será que una cosa es predicar (en la oposición) y otra dar trigo (en el gobierno).
