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Huesos que tienen mucho que decir

Un estudio sin precedentes en Asturias a través del ADN de las ballenas

Los científicos asturianos Carlos Nores Quesada (Departamento de Biología de Organismos y Sistemas, Universidad de Oviedo) y José Antonio Pis Millán (Centro de Experimentación Pesquera del Principado) andan buscando y analizando por toda Asturias restos de ballenas. Desde marzo del año pasado están realizando un trabajo de investigación junto con las profesoras Camilla Speller (Universidad de York, Reino Unido) y Anne Charpentier (Universidad de Montpellier, Francia), con el fin de conseguir más información histórica sobre la pesca de la ballena. Quieren profundizar en el conocimiento de las antiguas épocas de pesca, saber exactamente las especies que se cazaban y concretar las similitudes entre la población de ballenas que había en Europa y la que se pescaba en América. Confían, en última instancia, en poder averiguar, de paso, si los ejemplares capturados durante el siglo XX eran los últimos representantes de la especie tradicionalmente cazada por los balleneros europeos o si descendían más bien de la población americana, que no llegó a extinguirse.

Nores y Pis se habían desplazado hace unos meses a la villa de Ángel de la Moría para tomar muestras de los huesos de cetáceos exhibidos en la exposición "Llanes y las ballenas", que tanto juego sigue dando. Armados con un taladro, penetraron en un universo molecular lleno de enigmas, pero potencialmente revelador de la procedencia, las características y la tipología de unos huesos que tienen mucho que decir. Su objeto de estudio fueron un enorme omóplato, perteneciente a la colección de Pedro Cembreros, y varias costillas encontradas por Octavio Ruiz-Capillas y Guillermo García Vega en el puerto interior llanisco y en la playa de Toranda. La documentación de la que disponen es escasa y carece de registros puntuales (el libro más antiguo que se conserva de la histórica cofradía llanisca de pescadores data de 1632, tan sólo), pero parten con paso firme de la hipótesis de que las piezas encontradas en Llanes son de ballena "vasca" anterior al siglo XVII. Emplearon una sutil broca que no deja huellas al extraer las muestras de ADN, y no les faltaron amenazas y complicaciones (la "contaminación de materia externa" y la "contaminación cruzada entre ejemplares" son las peores), pero consiguieron neutralizarlas cambiando de broca, de mascarilla y de guantes con cada hueso que analizaron.

Hay en todo esto una aproximación a algo con hechuras cinematográficas, una vaga similitud con alguna producción de Spielberg, y podría llevar consigo incluso una banda sonora propia: "La canción del ballenero", un cantar de los siglos XIV y XV, relacionado con el Gremio de Mareantes de San Nicolás de Llanes y recuperado por Antonio Cea Gutiérrez, cuya letra dice así: "Voy a pescar ballenas por anchos mares, ¡ay si diviso apenas sus costillares...!".

De los detalles de su estudio científico, sin precedentes en nuestra región, nos hablarán en la Casa Municipal de Cultura de Llanes los dos científicos el 2 de junio, con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, en una conferencia titulada "La pesca de la ballena. Trabajos arqueológicos para aportar información histórica".

http://higiniodelriollanes.blogspot.com.es

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