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Ramón Díaz

Orientalia

Ramón Díaz

Llanes y las musas

Politiquear es mentir, brujulear. Pero ya están ahí los jueces para, con la ayuda de Euterpe, ponerle música a la política minúscula y miserable, que nada tiene que ver con la mayúscula y noble función de resolver los problemas que plantea la convivencia colectiva. Llanes vive sin vivir en sí desde el cambio de régimen, mirando obsesivamente al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción. ¡Con lo guapa que está la mar! ¡Con lo cerca que está el verano! Cualquiera diría que Melpómene se ha quedado como fuente única de inspiración de los políticos locales, tras haber desterrado a Talía y a Erato. Pero... denunciar es un derecho y un deber ciudadano cuando se observa o se intuye una conducta ilícita. Así que nada que decir del cruce de acusaciones y querellas. Los jueces dirán, que para eso cobran. Mientras tanto, los políticos llaniscos podrían inspirarse, por ejemplo, con "Les Luthiers" y su célebre diálogo sobre Terpsícore. ¿O era Esther Píscore?

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