La fauna salvaje es propiedad de la Administración. Suena absurdo, pero lo dice la ley. Por eso la Administración subasta, organiza, regula y cede a su albedrío la gestión de la fauna silvestre, su control y su caza, por ejemplo. Como en Castañuelistán no hay gobierno desde hace tiempo -y si lo hay es tan interesadamente débil que no se le escucha- los lobbies lo consiguen todo. Así, por ejemplo, las sociedades de cazadores ya no tienen que pagar los daños derivados de accidentes de tráfico provocados por la fauna salvaje en los cotos (salvo en días de cacería). Pero tampoco paga la Administración. Ahora el castañazo y sus consecuencias las paga el conductor. Todo por la patria. La única patria es el voto. Un ciclista sevillano resultó herido en Llanes tras llevarse un jabalí por delante (o al revés). Quizá el animal desconocía que hay que conducir por la derecha. O sería inglés y se confundiría de carril. O no tendría carnet... Spain.
