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Ramón Díaz

Orientalia

Ramón Díaz

Llanes y los circunloquios

El cuatripartito de Llanes sostiene, eliminando circunloquios, que un grupo de empleados municipales (una minoría, en la que destacan algunos jefes de servicio) paralizan, torpedean, relantizan y dificultan la acción de gobierno. Si eso es verdad debe superarse la fase de quejas y lamentos, porque, a lo tonto, ha pasado un año desde que cambió el gobierno, y es hora de abandonar la llantina y actuar. Así que si alguien incumple sus obligaciones habrá que llamarlo al orden y, si es necesario, expedientarlo. Claro que en los ámbitos jurídico y administrativo una cosa es "la verdad" y otra "demostrar que es verdad", pero peor es la inacción. Para eso ni se elige ni se paga a nadie (¿o sí?). El caso es que cada vez más gente parece creer que, en realidad, lo que paraliza, torpedea, ralentiza y dificulta la acción de gobierno es la incapacidad y la descoordinación de sus integrantes. Y ya solo les quedan tres años para demostrar que se equivocan o para darles la razón.

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