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Exconcejal de Cultura en Avilés

Judíos y conversos en el municipio de Cabrales

La existencia de un foco de cultura mozárabe en Liébana, la introducción de cultivos y el apellido Cedres, indicios de la presencia semita

La antigüedad del poblamiento de Cabrales está perfectamente acreditada. Se constata su existencia documentada ya a principios del siglo IX. La ocupación del espacio se percibe tempranamente, no solo en los valles y lugares más aptos y permeables a la comunicación con el exterior, sino también en áreas más inhóspitas, en las entrañas mismas de los Picos de Europa, como Camarmeña, Tielve, Bulnes o Sotres.

Pudiera parecer extraño que familias judías accediesen al poblamiento de este municipio ya en fechas tan tempranas del Medievo, pero esa presencia se justificaría sobradamente por la constatación de la existencia, en ese momento, de un foco de cultura mozárabe importante, precisamente en esos apartados lugares de los Picos de Europa. Ese foco estaría ubicado en la comarca de la Liébana como centro irradiador, y su influencia se proyectaría, sin duda, por los territorios próximos, como es el caso de los territorios del municipio cabraliego.

Hay que tener en cuenta que la presencia de mozárabes y judíos en los reinos cristianos del norte peninsular está asociada a la huida de estas poblaciones del sur musulmán, producto de las persecuciones religiosas que comienzan a producirse, aunque inicialmente de forma más esporádica, desde los primeros momentos de la presencia agarena en la Península.

El cultivo del viñedo y la introducción del cultivo del cereal, productos mediterráneos inexistentes en la franja cantábrica, seguramente pueden asociarse también a la llegada de esas poblaciones (judía y mozárabe) procedentes del sur. Tal y como señala Juan Ignacio Ruiz de la Peña, en su trabajo "El concejo de Cabrales en la Edad Media", existían heredades en el valle de la Liébana y en las aldeas de Cabrales dedicadas a pradería y al cultivo de cereal, pero también al del viñedo. En la toponimia encontramos todavía hoy los vestigios de esa pretérita existencia del cultivo de la vid, como por ejemplo la denominada "Fuente de las Viñas", cerca de la majada de Tordín y el Collado Posadoiro.

Otro vestigio que nos acerca al tema de la presencia semita en Cabrales nos la proporciona el apellido Cedres. Es probable que, con sus numerosas variantes, fuera un apellido portado por cristianos, judíos y conversos. Desde 1492, con la expulsión y salvo excepciones, no puede haber apellidos judíos en España. Sin embargo, la población semita no desaparece con la expulsión. Muchos judíos se quedan tras convertirse al cristianismo y otros, que habían sido expulsados, regresan convertidos al cristianismo.

Hay que tener en cuenta también las conversiones masivas que se habían producido ya en la Península tras los pogromos de 1391. Estas conversiones forzadas, así como los posteriores estatutos de limpieza de sangre y las persecuciones de la Inquisición, por considerar que la práctica de la religión judía era un delito, hicieron que los hebreos tuvieran que diluirse, que hacerse olvidar, que ocultar sus orígenes y esconderse. Por eso cambiaron sus apellidos por otros comunes usados por los cristianos. Así, encontramos apellidos muy usados por los conversos que son adoptados de los usados por origen familias cristianas, o también apellidos con topónimos de lugares en los que las familias conversas estaban asentadas y apellidos que se corresponden con oficios desempeñados por conversos. Sin embargo estos apellidos comunes entre los hebreos también eran usados por las distintas familias cristianas de la zona.

No podía ser de otra manera porque, de lo contrario, esa presencia que se trataba de diluir, de ocultar, quedaría meridianamente visible y eso era precisamente lo que se quería evitar. Por tanto, no puede afirmarse que el portador de un determinado apellido sea descendiente de gentes de una u otra religión solo por ese dato.

Una vez aclarado lo anterior, sí podemos afirmar que algunos apellidos tienen un origen judío bastante claro. En el caso de Cedres, tenemos la certeza de que el apellido procede de Cabrales y, también sabemos, que diferentes autores adjudican una procedencia claramente judía a este topónimo. Hay algunos que van incluso más allá y creen que el origen de este apellido derivaría del monte Cedrón, en Israel, que en un tiempo pasado estuvo cubierto de cedros. Esta postura está avalada por el dato de que Cedres, actualmente es apellido de la Comunidad Israelita del Principado de Asturias.

Hay otro indicio a tener en cuenta en el tema. No es otro que la presencia de cruces en jambas y dinteles pétreos de puertas y ventanas de algunas casas de la zona, concretamente en Arenas de Cabrales. Existen interpretaciones que adjudican a estos símbolos cualidades mágicas, como protectores del hogar contra diferentes peligros, y que las califican como espantademonios o espantamales. Pero también hay otra interpretación de este fenómeno, muy documentada en otros lugares de la Península como Hervás o los diferentes pueblos de la Sierra de Francia, que asocia la presencia de estos símbolos directamente con el fenómeno del criptojudaísmo.

Estas cruces grabadas en los dinteles de puertas, en definitiva, se relacionarían con la presencia de población conversa, y son utilizadas por ella para evitar represalias y para hacerse pasar por cristianos viejos. Una interpretación que puede reforzarse por la costumbre inveterada en la zona cabraliega de atribuir el nombre de "marranos o marranicos" a los habitantes de Arenas y de "coines" (que tiene el mismo significado) a los habitantes de Poo; es decir, un calificativo muy claro con el que se designaba a los judíos convertidos al cristianismo, a los conversos.

En definitiva, desde los más tempranos momentos de la Edad Media, podemos encontrar indicios que avalan las conjeturas y las hipótesis sobre esa posible presencia judía y conversa en esos territorios escondidos de los Picos de Europa que ocupaban los espacios limítrofes de Las Asturias de Oviedo y las de Santillana. Esperemos que investigaciones venideras puedan arrojar más luz sobre el particular. Con ese deseo finalizamos.

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