El alcalde de Llanes, Enrique Riestra, manifestó ayer que todo lo que ocurre en ese concejo se magnifica. Como si fuera la casa de "Gran Hermano". Se equivoca. El regidor arguyó que ni Llanes ni Ribadesella tienen aún presupuesto para este año, pero que se habla mucho más del caso llanisco. Mal ejemplo. En Ribadesella pretende aprobar el presupuesto el gobierno, lo rechaza la oposición y unos y otros negocian. O sea, a otra escala, lo que dictan las leyes de la mecánica cuántica. En Llanes ocurre algo bien diferente: una parte del gobierno quiere aprobar los presupuestos ya; otra, no todavía; una tercera, tal vez nunca; y, mientras tanto, la oposición, disfruta. ¡Y todo eso sin crisis!, juran y prometen los potenciales divorciados. A veces parece que la puerta del Ayuntamiento de Llanes es un agujero negro que transporta a quien la cruza a un universo paralelo, sin necesidad de pasar por un horizonte de sucesos. ¡Ah, la relatividad!
