Cuando en noviembre del año pasado nos entregaron el anteproyecto del presupuesto para el año 2016, recuerdo que lo afrontamos con toda la ilusión y la responsabilidad que suponía para las personas que integramos Pueblu.
Propusimos varias condiciones para negociar nuestro apoyo, en concreto catorce y recibimos trece respuestas negativas por parte del equipo de Gobierno. Sólo una pareció gustarles pero al parecer tampoco mucho ya que ni la llevaron a cabo, ni venía reflejada en el nuevo anteproyecto.
Visto el panorama, decidimos votar no a unos presupuestos que en nada se parecían a los que nos gustarían, y en los que tampoco se recogían ninguna de nuestras peticiones.
Fue pasando el año, casi no había Pleno en el que no reclamásemos que se retomara la negociación presupuestaria y por unas cosas o por otras parecía que siempre había una excusa para no afrontarla.
Por fin en pleno mes de agosto nos entregaron un segundo anteproyecto, ante el que la postura fácil y viendo el éxito de las anteriores negociaciones, hubiese sido no hacer nada, volvimos a sentarnos a trabajar con el mismo interés y la misma responsabilidad de la vez anterior. En esta ocasión en vez de catorce propuestas salieron diecisiete y con ellas nos sentamos a negociar.
De las diecisiete nuevas propuestas, hasta nueve estaban en las anteriores medidas, volviendo a dejar muy claro que si los presupuestos fuesen responsabilidad de Pueblu, serían muy distintos, pero la situación es la que es y no nos queda otra que intentar que estos giren hacia donde consideramos es el camino correcto.
Conseguimos que quince de nuestras propuestas estén recogidas en los presupuestos definitivos, como por ejemplo: la puesta en marcha de un transporte desde la zona rural hacia la villa los días de mercado, una bolsa de becas para ayudar a las familias con el ingente gasto cuando tienen hijas o hijos en la universidad, una solución al problema del transporte a Llanes del alumnado que cursa FP, un centro asesor de la mujer, la dotación de fondos para el plan de infancia y el desarrollo de una política de participación ciudadana, la creación de un parking para autocaravanas, un desglose más transparente de las partidas de inversión , etc.
Además conseguimos el compromiso firmado por parte del equipo de Gobierno de la ejecución o al menos licitación de todas ellas en el año 2016, y la formación de una comisión mixta de seguimiento para velar por su cumplimiento.
Por ello y gracias a nuestro apoyo, obras como el arreglo de la carretera de Pandu, el de la Casa de Cultura o de las Escuelas de Música, la escuela de Alea, la pista del Cobayu, o el proyecto de la senda de Tito Bustillo van a llevarse a cabo.
Oposición en política debería ser algo más que la acción o efecto de oponerse a una cosa, debería ser el efecto de conseguir que las políticas giren hacia tus postulados en la medida que tu capacidad de gestión y negociación, y sobre todo el número de concejales, te permitan.
Hay quien no piensa lo mimo. ¡Allá cada cual con su conciencia!