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Ramón Díaz

Orientalia

Ramón Díaz

Un planeamiento que respete la ley

Decíamos ayer que el Ayuntamiento de Llanes tiene una oportunidad histórica para demostrar que otro tipo de urbanismo es posible. Pero tiene otra aún más importante: tramitar un planeamiento sin quebrantar la ley. El plan urbanístico de 1992 fue anulado, entre otras razones, porque se llamó únicamente a "inversores reales y comprometidos" a participar en el avance de planeamiento (el actual documento de prioridades) cuando la ley exige propiciar la participación de toda la ciudadanía. El plan de 2002 fue anulado, entre otras causas, porque el Ayuntamiento incorporó varios planes parciales (los anulados diez años antes) a espaldas de los ciudadanos, después de cerrada la fase de información pública. Y aún hubo otro plan nonato, el de 2009, que ni llegó a aprobarse inicialmente porque el Ayuntamiento no contrató al equipo redactor que había presentado la mejor oferta y los jueces anularon la adjudicación. Puede hacerse bien. Debe hacerse bien.

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