Que la empresa Unipublic, S. A. siga vinculada a la organización de la Clásica Cicloturista Internacional Lagos de Covadonga es la mejor noticia para conseguir darle el espaldarazo necesario a una prueba, de carácter no competitivo, convertida en uno de los atractivos turísticos más importantes del oriente del Principado de Asturias. Además, se desarrolla fuera de la catalogada como temporada alta, por lo que ayuda a perseguir la tan cacareada desestacionalización del sector turístico, principal fuente de riqueza de la zona y, por ende, del área de influencia de la comarca de los Picos de Europa.
Una buena nueva recientemente desvelada -previa rúbrica del pertinente contrato de colaboración entre las partes involucradas- en la que ha tenido mucho que ver el actual director general de la Vuelta Ciclista a España, Javier Guillén, quien en alguna oportunidad participó como un cicloturista más en el multitudinario evento, con salida de las inmediaciones de la Casa Consistorial de Cangas de Onís y lugar de llegada, después de 110 kilómetros pedaleando por las carreteras de la comarca, en el área de Buferrera, en la vertiente canguesa del parque nacional de los Picos de Europa. Las inscripciones se abrieron el pasado 1 de diciembre.
A ello debe añadirse, lógicamente, el club Navastur, entidad que ha estado a las duras y las maduras durante estas últimas ediciones, con un apoyo humano digno de todo elogio, y el propio Ayuntamiento cangués, por mediación del Patronato Deportivo Municipal. Cada organismo o entidad en su faceta, cada uno aportando su gigantesco grano de arena -no me olvido, faltaría más, de la asociación de empresarios de la comarca de los Picos de Europa que preside Toño Sánchez Cueto-, han convertido la Clásica en todo un referente a nivel internacional. Aun más, los obligados cambios de fecha -retorna de nuevo al tercer sábado de mayo- apenas la afectaron.
Hoy en día, pese a que las comparaciones continúan siendo odiosas, la Clásica Cicloturista Internacional Lagos de Covadonga supone tanto o más que el mismísimo final de etapa de la Vuelta Ciclista a España en esos mismos lares del parque nacional.
Tan sólo debemos constatar el potencial que conlleva la prueba lúdico-turística, con más de 3.000 cicloturistas pedaleando -aparte acompañantes que se acercan a disfrutar de nuestro entorno-, tanto en lo que se refiere a promoción de la zona como a participación. Quizás la excepción fue la última edición, este mismo año, por una serie de circunstancias que no vienen al caso en estos precisos instantes. Toca ir pensando más allá y de la mano de Unipublic, S. A., lo que hace presagiar un esplendoroso futuro a la segunda marcha cicloturista más prestigiosa del país, tras la oscense Quebrantahuesos. Aplaudo el convenio alcanzado y me viene a la memoria una persona que, en un momento determinado, apoyado por un reducido grupo de convecinos de Nava, tiró del carro cuando no pintaba demasiado bien la cosa. Me refiero a Ángel Pruneda Torga, quien ostentó el cargo de presidente del CC Navastur a lo largo de varios años. Tras él, llegaron otros presidentes, tales como Martín Lantero o Sergio Piquero, actual mandamás del citado club. Sea como fuere, insisto, gracias a Angelín Pruneda -de justicia es agradecerlo-, la Clásica se ha hecho mayor y ahora toca soñar con cotas aún mucho más ambiciosas de la mano, por supuesto de Unipublic, S. A.
Solo espero y deseo que los comerciantes y la hostelería, en general, sepan estar a la altura para seguir apostando por algo que es suyo.
